TC Electronic Ditto Looper
Nunca habíamos traído a las páginas de Bajos y Bajistas un looper. Probablemente no todos estaréis familiarizados con ellos, pero en pocas palabras, un looper es un dispositivo que graba un pasaje que tocamos y lo repite en bucle de manera indefinida para poder tocar sobre dicho pasaje con nuestro instrumento ya en tiempo real. Normalmente los loopers pueden grabar varios pasajes, unos encima de otros y repetirlos en bucle todos juntos. Algo así como una grabación multipista pero con espacio limitado de tiempo y con una única salida común para todos los pasajes superpuestos. Quien quiera ahondar más, YouTube está lleno de vídeos con demo de loopers de marcas diversas y con capacidades muy variadas.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno
Eso fue lo que pensé cuando descubrí el Ditto Looper de TC Electronic. Una de las razones por las que nunca habíamos probado un looper en la revista es que no se trata de un dispositivo que utilicen muchos bajistas. Estos pedales están normalmente en manos (bueno, más bien en pies) de bajistas que tocan solos, bien porque hacen demos de bajos, o bien porque tienen que asumir actuaciones solistas por el motivo que sea. Cierto es que algunos otros lo utilizan para componer líneas de bajo con su ayuda, o para practicar, pero tampoco son multitud. Ahora bien, quien se vale de un looper para su trabajo lo vive como una herramienta imprescindible.
Yo mismo, a pesar de conocer algunos de los modelos de más difundidos y haberlos utilizado de vez en cuando, no soy muy “loopero”, he de reconocerlo. Además, siempre me han dado un poco de pereza porque tienen más botones, controles y parámetros de los que me gustaría para no tener que invertir demasiado tiempo en manejarlos de forma óptima.
Pero cuando “me presentaron” el Ditto Looper, quedé fascinado. Un looper con un interruptor de pie, un control giratorio, una entrada, una salida… ¡y se acabó! “¿Qué hará esto?”, me pregunté. Y a los cinco minutos tenía la respuesta: grabar bucles y reproducirlos, justo lo que tiene que hacer esencialmente, para lo que se emplea un looper el 99% de las veces, sin ninguna floritura extra. Estas quedan reservadas para quien las necesite o las disfrute.
Y entonces fue cuando tomé la decisión de compartir mi descubrimiento con los lectores de la revista, porque a lo mejor, como me ha pasado a mí, más de uno empieza a considerar la posibilidad de tener uno. Esencia pura en tarro pequeño.
Formato
El Ditto es lo que se llama “ir al grano”, directo al corazón de la eficacia. Y este concepto ya empieza por el formato: un pedal de reducidísimas dimensiones en el que cabe todo lo importante y básico de un looper. Se alimenta exclusivamente con adaptador de corriente externo, que se adquiere por separado, ya que en un chasis tan mínimo no cabe una pila.
Sus controles no es que sean intuitivos, es que son como el mecanismo de un chupete. Sólo cuenta con un control giratorio que gradúa el nivel del bucle en reproducción, para que lo sitúes en el plano que creas conveniente respecto al sonido directo del bajo, y un interruptor de pie con el que se gobiernan todas las funciones. Una entrada de instrumento, una salida que retransmite el sonido del bajo sin colorearlo lo más mínimo (es “true bypass”) y un led completan los elementos operativos del pedal.
Funciones
Como ya hemos dicho y puedes imaginar por la simplicidad del pedal, hacer bucles con el Ditto es como coser y cantar. El pedal no te complicará la vida en absoluto y tú podrás concentrarte en lo tuyo, que es tocar.
La lógica del poco manejo que requiere es aplastante. Pulsas el interruptor de pie para grabar, vuelves a pulsarlo otra vez para reproducir y si pulsas una vez de nuevo añadirás otra capa de sonido (¡ilimitadas!). Si pulsas y mantienes pulsado desharás la última capa grabada, mientras que si vuelves a pulsar y mantienes pulsado otra vez recuperarás la capa que acabas de deshacer. Y por último, si quieres parar, pulsas dos veces, y si deseas borrar todo el bucle, pulsas y mantienes pulsado con la reproducción parada. Fácil, ¿verdad?
El tiempo de grabación con capas ilimitadas es de 5 minutos, con lo que puedes hacer que el bucle entero sea una canción, así que las posibilidades son inmensas. Esa capacidad temporal es más que suficiente la mayoría de las veces, y el hecho de que la superposición de capas sea ilimitada abre un campo de exploración y aplicaciones verdaderamente interesante.
Por supuesto, aunque desconectes el Ditto de la alimentación, el bucle grabado con todas sus capas queda en la memoria para ser recuperado siempre que quieras.
Sonido
Sus 24 bits de audio de alta calidad sin compresión ninguna y el diseño “true bypass” para que el sonido salga por la salida exactamente igual que entró por la entrada, sin ningún tipo de afectación digital, garantizan el mejor sonido posible.
Tanto cuando está en uso como cuando está inoperativo en el trayecto de la señal del bajo al amplificador (o previo, o mesa, o tarjeta interfaz, etc.), el sonido siempre es perfecto, sin sufrir la más mínima coloración. Por descontado, latencia cero.
Conclusión
Y poco más que decir. Es tan sencillo y hace tan bien y tan fácil lo que tiene que hacer, que hasta describirlo es cuestión de unas líneas y punto. Un acierto más de la marca danesa TC Electronic que tanto ha apostado por el bajo en los últimos años y tantas innovaciones han puesto en el mercado.
Hay una versión superior llamada Ditto Looper X2 llena de funciones extras como reproducción al revés o a la mitad de tempo del bucle, importación exportación de bucles, entrada y salida estéreo, pero es otra historia más sofisticada, más complicada y menos esencial, y la contaremos en otra ocasión.
Se me olvidaba comentar que su esencialidad está reflejada también en su precio, porque no pagarás por un montón de cosas si no las necesitas. Hablamos de menos de 100 euros en las tiendas.
Para quien se quiera iniciar en el manejo de los loopers, para quien ya sea un maestro pero le venga bien simplificar al máximo, para quienes quieran componer, practicar o simplemente divertirse tocando “encima de uno mismo”, este pequeño “cacharro” es un verdadero tesoro. Y si después de esta drástica reducción de problemas operativos y económicos, aún no te ves tentado de probar uno, el pequeño Ditto siempre te estará esperando, por si cambias de opinión.
Jerry Barrios
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