Fender 68 Telecaster Bass
Cuando se te presenta la oportunidad de probar un instrumento con 47 años de recorrido rodando por los escenarios, sientes una extraña sensación de estar tocando un instrumento que en mayor o menor medida forma parte de la historia de la música moderna. Desde que Leo Fender en noviembre de 1951 creara el instrumento que revolucionó el concepto y el sonido de la música, el Fender Precision, este ha ido evolucionando hasta nuestros días, y parte de esa evolución es el bajo que os presentamos, este Telecaster Bass del ‘68.
Vamos a situarnos en el momento de la historia de la compañía Fender en la que se fabricó este instrumento. En 1965 debido a que se le diagnosticó una enfermedad grave a Leo Fender y se le pronosticó, erróneamente, un escaso tiempo vida, decidió vender su compañía a la Columbia Broadcasting Company o más conocida como la CBS.
Esta venta al principio fue vista como algo positivo dados los recursos económicos de CBS que podrían hacer crecer a Fender en todos los sentidos. Sin embargo en la actualidad se considera que durante la etapa CBS se antepusieron los intereses económicos de la compañía frente a mejorar la calidad de sus productos.
Telecaster Bass
Y ya centrándonos en este modelo vemos que comenzó a fabricarse en 1968 y su creación se corresponde a la reedición del diseño original del Precision Bass del 1951.
El nombre de Telecaster le viene del parecido con el modelo de guitarra, el cuerpo y el clavijero están fabricados con las mismas líneas que la guitarra, los controles de volumen y tono van montados sobre una placa cromada y el puente es de dos selletas con la misma tipología que la guitarra.
El golpeador era ligeramente más delgado que los utilizados en los años cincuenta y llevaba tantos tornillos como los modelos de la época. Para continuar con las similitudes, el logotipo del clavijero era el mismo que en la guitarra, e incluso en 1968 se incorporó el conocido como «logo CBS», característico por el diseño en negro con una tira dorada.
Originalmente llevaba una sola pastilla de bobinado simple y en 1972 esta fue sustituida por otra de bobinado doble o humbucker, que además se situó más cerca del mástil, y el clásico golpeador de la guitarra Telecaster fue sustituido por otro que pasaba directamente por debajo de los controles de volumen y sonido, eliminando la placa cromada de los modelos anteriores.
Durante la década de los setenta, continuó fabricándose este modelo paralelamente al Precision hasta que en septiembre de 1979 se interrumpió su producción.
Construcción
El bajo ha pasado por una puesta a punto y varias modificaciones para devolverlo a su estado original, la primera modificación la podemos observar al mirar al trasluz el cuerpo, se puede apreciar levemente una reparación de un routing que se le hizo en los 70 para instalarle un pastilla humbucker. Además de que ha sido repintado el cuerpo de fresno con nitrocelulosa en color negro.
El mástil y diapasón son una misma pieza de arce con un perfil en C bastante grueso, cuenta con 20 trastes de acero inoxidable, retrasteado por el luthier valenciano David Rossi y una modificación en el radio del diapasón hasta alcanzar un radio 10”.
Los Clavijeros son el modelo original «Lollypop» más alargados que los actualmente conocidos como vintage y con la parte superior redondeada sin la figura de tres circunferencias que presentan el resto de modelos. El golpeador es moderno, fabricado expresamente para el bajo.
Como hemos comentado antes lleva instalado el puente clásico de dos selletas.
Electrónica
La electrónica es la original. Pastilla de bobinado simple con la bobina recubierta de cordel de algodón. Potes CTS de 250K y el condensador de «lenteja grande» de 50nF típico de esa época.
Conclusiones
Tras varias sesiones de prueba y disfrute, tanto en casa como en ensayos y en directo te quedas con la sensación que es un bajo que suena a «viejo» te transporta a miles de grabaciones que has escuchado, ese sonido inconfundible a Precision vintage de grabaciones de soul, rock y funk desde los 60 hasta la actualidad.
Tiene un sonido grueso, definido y muy rico en medios. Como no podía ser de otra manera para recrear el sonido de la época, lleva montadas unas cuerdas flatwound que le aportan una calidez al sonido muy bonita y eliminan el brillo metálico.
El pote de tono nos aporta un gran recorrido de juego para recortar en agudos y adaptar nuestro sonido de forma instantánea a las necesidades hasta poder sacarle ese sonido grave apagado característico que se podría confundir con un contrabajo.
Es un instrumento rígido en sus formas, ya que todas las modificaciones que se han ido haciendo a los cuerpos y mástiles para ganar comodidad no están presentes en este instrumento, el cuerpo es un tablón recto con bastante grosor, aunque muy ligero gracias al tipo de fresno, y el mástil es un bate de beisbol con un grosor que al principio resulta impactante, aunque en pocos minutos te adaptas y no le das mayor importancia.
Que más se podría decir de un instrumento así, tiene un sonido que empasta con cualquier estilo, con una relación peso/comodidad muy buena y además el plus de esa sensación de tocar un instrumento con tanta historia detrás. El único inconveniente que le veo es el precio que puede alcanzar en el mercado si queremos hacernos con uno de las mismas características.
Alex Casal
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