Ashdown CT-100 + RM410
Estamos acostumbrados a ver nuevas marcas de bajos que llegan al mercado continuamente, ya sean de marcas, luthiers o pequeñas empresas. Sin embargo es menos habitual que aparezcan negocios dedicados a la amplificación ya que la propia esencia del producto implica muchas otras cosas y hay que tener claro que se trata de un proyecto a largo plazo.
Ashdown Engineering nació en 1997 y, como suele ser habitual, lo hizo de un modo modesto con su fundador Mark Gooday creando todos los productos y dividiendo su jornada entre las visitas a tiendas y distribuidores del Reino Unido por las mañanas y demostraciones de producto en su taller por las tardes.
Sin embargo no fue aquel un inicio desde cero ya que Mark había sido el director durante 12 años de la mítica marca británica Trace Elliot. Toda esa experiencia acumulada le permitió desarrollar productos de la más alta calidad desde el día uno.
Los primeros amplificadores Ashdown de hecho se llamaron Klystron Bass Magnifier debido a la influencia de la película Flash Gordon cuando el Doctor Zarkoff dice aquello de “sube el Magnificador Klystron”. Finalmente el nombre comercial de los productos cambió a ABM (Ashdown Bass Magnifier).
El característico vúmetro de grandes dimensiones siempre ha estado ahí desde el principio para mantener ese aire retro de equipamientos vintage al tiempo que resultaba tremendamente práctico para indicar la ganancia de entrada y otros parámetros del amplificador.
Hay que decir también que el éxito inicial de Ashdown se debe no sólo a los conocimientos y la experiencia de Mark Gooday sino a la colaboración de algunos de los mejores bajistas de la zona como John Entwistle (The Who), Mark King (Level 42) y JJ Burnel (The Stranglers).
Sin duda estar abierto a los comentarios y sugerencias de bajistas profesionales que día a día necesitaban equipos que dieran la talla fue la clave para lograr las cotas de calidad que alcanzó la marca desde sus inicios.
De hecho en un mundo dominado por marcas establecidas (Ampeg y Trace Elliot en lo referente a la amplificación del bajo en aquellos momentos), pudimos asistir a un fenómeno nada habitual como fue la presencia masiva de amplificadores Ashdown en los escenarios de todo el mundo, ganándose de inmediato el status de amplificadores fiables y clásicos que sigue vigente a día de hoy.
Una vez lograda la aceptación en los entornos más profesionales, Ashdown comenzó a desarrollar productos aptos para principiantes y bajistas semi-pro, desarrollando una serie de combos de potencia moderada así como stacks de precio asequible. Más tarde llegarían los efectos específicos para bajistas y otros accesorios, consiguiendo así mayor presencia en otro tipo de músicos y entornos.
A día de hoy Ashdown sigue siendo una empresa familiar donde Dan Gooday, el hijo de Mark, ha tomado las riendas de la compañía con el objetivo de continuar el legado, estando atento a las necesidades del mercado.
Pese a la trayectoria de éxito de más de 25 años en el mercado, Ashdown Engineering sigue teniendo un perfil de empresa pequeña con una plantilla de menos de 10 personas que se encargan del desarrollo de producto, control de calidad, relación con artistas, redes sociales, etc. Esto les permite incorporar cualquier innovación técnica o mejorar de un modo mucho más ágil que las grandes compañías.
El equipo que hoy analizamos para Bajos y Bajistas es una buena prueba de que esta mítica marca británica sigue a la vanguardia del diseño y el desarrollo de productos de primera para los bajistas. El hecho de que este stack esté formado por un cabezal 100% a válvulas y una pantalla de peso ligero demuestra el compromiso de Ashdown con el mejor sonido y con las tecnologías más recientes.
Cabezal CTM-100
Se trata de un amplificador 100% a válvulas, esto es, previo y etapa. Ofrece 100W en un formato más reducido y ligero que otras marcas pero es que además de esto y de sonar realmente increíble, tiene algunas prestaciones que lo hacen mucho más práctico y fácil de mantener que otros amplis de válvulas.
Como sabrás, la tecnología de válvulas sigue siendo una de las más usadas para amplificar con el mejor sonido tanto las guitarras eléctricas como los bajos (así como el audio High End). Esto es debido a los armónicos y la “coloración” que aportan las válvulas al sonido y que tan agradable suena al oido humano.
El problema es que esta tecnología implica el uso de transformadores de entrada y de salida para adaptar los 220 Voltios a los altos voltajes que usan las válvulas y eso significa un peso considerable.
Por otro lado las válvulas son esencia lámparas y por tanto son frágiles y tienen una vida limitada, así que si quieres disfrutar del mejor sonido debes saber que no son eternas y que incluso aunque tarden en romperse llegará un momento que no darán el 100% del sonido del que son capaces.
Lo malo ya no es el gasto en sí de las válvulas, sino que además tendrás que sumar la factura de un técnico especializado que ajuste el bias (tensión) de forma que el ampli funcione de modo óptimo: demasiada tensión y el sonido será estupendo pero la duración de la válvula será limitada; poca tensión y las válvulas durarán mucho más pero no terminará de sonar del mejor modo. Esta es una operación compleja porque requiere conocimientos técnicos y también es arriesgada ya que implica peligro de shock por Alta Tensión.
Pues bien, este Ashdown CTM100 viene a facilitarnos la vida de un modo enorme ya que incluye un sencillo sistema que te permite ver el bias de cada válvula en el vúmetro frontal y ajustarlo tú mismo usando un destornillador en la parte trasera.
Dicho vúmetro también te avisará en el caso de que una válvula esté defectuosa o que falle un fusible. Sencillamente genial. Una vez tengas comprobado eso, sólo tienes que volver a pulsar un interruptor y el vúmetro volverá a marcar el nivel de salida del amplificador.
El cabezal consta de 2 válvulas ECC83 y otras 2 ECC 832 para la sección de previo, así como 2 KT88 de potencia de modo que tenemos 100W a nuestra disposición. Puede parecer poco pero en realidad no lo es. La propia esencia de las válvulas hace que un número aparentemente discreto de wattios desarrolle en realidad una potencia más que considerable.
Por poner un ejemplo aproximado, estos 100W de válvulas vendrían a equivaler en la vida real a unos 350W de un ampli de transistores con transformador toroidal y a unos 500W de uno súper ligero de Clase D.
La construcción es muy robusta gracias al chasis de abedul de 18mm e incorpora unas cómodas y generosas asas para mover sus 18kg con comodidad. Lo cierto es que, sin ser ligero, tampoco resulta especialmente pesado ni grande; desde luego mucho menos que los clásicos cabezales de bajo a válvulas de otras marcas. Un ventilador interno (nada ruidoso, por otra parte), se encarga de mantener el calor controlado para un óptimo funcionamiento.
Por lo general asociamos las válvulas al sonido de los 60 y 70 y sin duda el CTM-100 entrega ese timbre sin esfuerzo, pero nos ha encantado comprobar que también es capaz de sonar más actual.
El interruptor Mellow se encarga de suavizar el sonido y es ideal cuando quieres el tono más limpio posible. Por otro lado si desactivas ese control, entrarás directamente en el terreno de la saturación de válvulas que tanto nos gusta cuando buscamos sonoridades más vintage y cuando queremos aportar ese “grano” que hace que nuestro bajo encaje de modo perfecto con ciertos géneros de música.
La sección de EQ es 100% pasiva, es decir, con todos los controles a cero no habrá sonido. A partir de ahí se trata de ir subiendo cada banda, sabiendo que en estos casos siempre hay una interacción entre los graves, medios y agudos, lo cual hace que las posibilidades de sonido sean aún mayores. Es una EQ para experimentar, eso está claro.
En un ampli con EQ activa no suele ser muy recomendable llevar los controles al extremo o por ejemplo realzar mucho una banda y atenuar completamente la otra, pero en este tipo de EQ puedes llevarte una agradable sorpresa si experimentas un poco. Además de las 3 bandas de EQ tenemos un refuerzo de graves y otro de agudos así como un interruptor Shift que te permite elegir la frecuencia de medios sobre la que quieres actuar. Insistimos en que merece la pena dedicar un rato a probar diferentes posiciones en estos interruptores y las 3 bandas de EQ porque los resultados son realmente buenos.
En el caso del control Deep, por ejemplo, notamos un refuerzo en graves a la vez que una reducción de agudos, pero además notamos una ligera atenuación de volumen, algo que está muy bien pensado porque de lo contrario al reforzar los graves también subiría el sonido.
No sólo vas a disfrutar de un gran sonido en el escenario, sino que el CTM-100 incorpora una salida de línea balanceada que pasa por la circuitería de válvulas, de modo que vas a poder sacar el mejor sonido a mesa posible tanto en directo como en estudio. Perfecto. Incluso el loop de efectos pasa por la circuiría de válvulas para preservar tu tono en todo momento.
Al ser un amplificador de válvulas tenemos también diferentes salidas según la impedancia de la pantalla o la suma de pantallas que uses, pudiendo usar la salida de 8, 4 ó 2 Ohms según proceda. Si utilizas una sola pantalla de una de esas impedancias, está claro cuál debes usar. Si usas por ejemplo dos pantallas de 8 Ohms entonces tendrás que usar la salida de 4 Ohms para ir a la primera pantalla y luego de esta ir a la segunda. Si son de 4 Ohms las pantallas, entonces deberás usar la salida de 2 Ohms y hacer lo mismo.
Teniendo en cuenta todas estas prestaciones, las amplias posibilidades de sonido, la potencia más que considerable (parecen ser bastante más de 100W en realidad) y el hecho de no necesitar acudir a un servicio técnico para su mantenimiento, nos parece que el precio es más que atractivo.
Pantalla RM410 -EVO II Super Lightweight
El peso de las pantallas para bajo se ha ido reduciendo con el paso del tiempo, algo que siempre son buenas noticias. Hace no tantos años, una pantalla de 4x10” que soportara unos 400W venía a pesar unos 40-45kg. Esta Ashdown RM410 de la serie Evo II Super Lightweight pesa poco más de la mitad (21kg), de modo que es tremendamente fácil de transportar. Soporta 450W y la impedancia son 8 Ohms.
Monta 4 woofers propios Ashdown White Line muy robustos y un tweeter para reproducir las frecuencias altas. Dicho Tweeter tiene posiciones High, Low y Off. Si buscas el sonido más clásico y usas un bajo con cuerdas planas seguramente optarás por apagar el tweeter completamente, pero si buscas un sonido más actual las otras dos posiciones serán perfectas para ti.
La respuesta en frecuencias va de 60Hz a 20kHz (en caso de usar el tweeter en posición High), de modo que es capaz de reproducir con claridad y contundencia el sonido de tu instrumento.
Mencionar aparte el precio tan tremendamente atractivo de esta pantalla que directamente la convierte en la mejor y más ligera 4x10” por debajo de 1000€ (costando de hecho menos de 600€). Impresionante.
Conclusión
Nos encanta la combinación de estas dos piezas de equipo Ashdown ya que por un lado tenemos un cabezal bastante manejable 100% a válvulas pero con más flexibilidad de sonido que muchos otros, y por otro tenemos una pantalla de 4x10” de las más ligeras del mercado y con un precio realmente asequible.
Nos ha encantado comprobar lo fácil que es conseguir sonidos de calidad muy diferentes entre sí. Por ejemplo con un bajo clásico y quizás con cuerdas lisas, si desactivas el tweeter de la pantalla y no pulsas el interruptor Mellow y juegas un poco con la ganancia, tendrás un sonido clásico que tira de espaldas y que recuerda a los mejores sonido de bajo de los 60 y 70 donde cada nota suena grande y con un carácter y un grano realmente interesante. Si activas el control Mellow y bajas un poco la ganancia tendrás un limpio súper bonito y profundo. Si además recortas un poco los medios, refuerzas graves y agudos y activas el tweeter de la pantalla podrías usar un bajo moderno y obtener un gran sonido de slap con una claridad notable pero con una amplitud en frecuencias graves y medias-graves que otros amplios modernos no son capaces de entregar. En resumen, un equipo tremendamente versátil y de una calidad impresionante.
En un mercado tan saturado con opciones diferentes como el actual pero donde muchos productos son sospechosamente parecidos, nos ha gustado mucho ver que una marca tan legendaria como Ashdown Engineering sigue al frente, sacando al mercado productos tremendamente interesantes y actuales pero que realmente hacen que tu bajo suene grande y poderoso como pocas veces hemos oído.
Joaquín García
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