Sandberg Forty Eight Victor Brandt Signature 5
La firma Sandberg, asentada en la localidad alemana de Braunschweig y creada por Holger Stonjek en 1986, acumula un largo historial de éxito, fruto sin duda de una visión muy clara de qué es lo que querían conseguir al producir sus instrumentos. El compromiso con la calidad ha estado presente desde el primer día y su perfil como empresa pequeña (menos de 30 personas) hace que puedan incorporar muy rápidamente cualquier mejora e innovación.
A lo largo de estos años han ido desarrollando diferentes modelos como el Panther, Ken Taylor, Basic, Classic, California, etc., pero quizás el más impactante es el denominado Forty Eight, el cual recibe su nombre de una mítica moto Harley-Davidson de 1948; dicha marca es un icono absoluto de la época dorada del Rock, así que nos parece más que acertado para un bajo de corte tan clásico y rockero.
El bajo que hoy en concreto analizamos a fondo para Bajos y Bajistas es el modelo signature de Victor Brandt, bajista sueco que milita en la banda de Black Metal noruega Dimmu Borgir.
El modelo Forty Eight tiene una presencia escénica imponente, eso está claro, pero es que además es todo un acierto de diseño ya que toma prestada su parte superior de un Gibson Thunderbird y la inferior de un Explorer. El resultado no sólo resulta visualmente atractivo, sino que además resuelve los enormes problemas de balance y “cabeceo” de esos instrumentos lo cual hace que sean mucho más cómodos de tocar.
En cuanto sacas este bajo de su funda lo primero que percibes es el acabado “Hardcore Aged” propio de Sandberg. Siempre nos ha parecido que este tipo de acabados resultan más creíbles cuando los hace Sandberg que otras marcas. La atención al detalle a la hora de envejecer algunas de las partes y desgastar las maderas y barnices es increíble, resultando en un acabado relic realmente “auténtico”.
Pese a ser un bajo digamos grande, el peso se ha mantenido en unos más que razonables 4kg gracias a la selección de una pieza de aliso especialmente ligera para el cuerpo. El mástil es de arce duro canadiense y el diapasón de ébano monta 22 trastes perfectamente coronados y rematados. Como es habitual en Sandberg, el mástil se inserta todo lo posible en el cuerpo y se usan 6 tornillos con la finalidad de aumentar la resonancia de las cuerdas y la transmisión de vibraciones.
La pala es de diseño Jazz Bass 1+4, es decir, de tipo invertido, lo cual nos parece más que acertado estéticamente. Las clavijas de aluminio combinan las dos características necesarias para que funcionen con éxito: ligereza y precisión. Al carecer la pala de inclinación, se usa una pieza para dar el ángulo correcto a las 4 cuerdas más graves y evitar que el bajo se desafine al tiempo que se eliminan esos molestos ruidos que a veces se producen tras la cejuela. Por cierto, en este caso y siguiendo la tradición alemana, este Forty Eight Victor Brandt Signature incorpora un traste cero, el cual aporta una serie de ventajas como son una altura perfecta de la cuerda en ese punto de apoyo, un sonido homogéneo con las otras notas pisadas (que también nacen de un traste) y sobre todo se eliminan los problemas de una cejuela mal cortada.
Siendo el bajo de alguien que se dedica a Black Metal y Death Metal, parece que la elección de color negro para todo el instrumento, herrajes incluidos, era obvia. En este caso nos parece además que el desgaste en cuerpo y mástil así como en herrajes, no hace sino aportar un punto de belleza al conjunto y lo bueno es que, como decíamos antes, todo resulta tremendamente auténtico. Es decir, da la sensación que este bajo ha visto muchos escenarios y se ha usado en varias giras, algo que no podemos decir de otros bajos con acabado relic que hemos analizado donde se veía todo muy artificial.
Una vez descrito el instrumento, pasamos a la parte que más nos gusta, que es probarlo.
Comentábamos antes que el diseño del Forty Eight resuelve los problemas de cabeceo, lo cual es cierto en la versión de 4 cuerdas. En este de 5 como es lógico sí que se ve un poco afectado el equilibrio, pero lo bueno es que la amplia zona para apoyar el antebrazo hace que en la posición natural no notes ese pequeño desequilibrio en absoluto. En cualquier caso, siendo este un 5 cuerdas, cabecea mucho menos que esos bajos clásicos en versión 4 cuerdas. Las dimensiones del cuerpo hacen que llegar al traste 1 sea más fácil que en otros bajos de diseño similar, y esto es algo de nuevo muy de agradecer. A ello contribuye también la escala es de 34”. Afortunadamente, la 5ª cuerda suena potente y definida, algo a lo que cada día estamos más acostumbrados en bajos de escala normal, así que nada que objetar en este sentido.
Pasado con nota el test de ergonomía, conectamos el Sandberg Forty Eight Victor Brandt Signature a un stack Ampeg SVT-VR + 810, damos volumen, y con el bajo en modo Pasivo ya obtenemos un sonido tremendamente potente pero con cierta dulzura y nada de estridencia. La pastilla tipo Split del mástil suena grande y cálida. La del puente lógicamente es un poco más delgada pero funciona de maravilla cuando la mezclas con la otra, obteniendo un sonido lleno y definido que se nos antoja ideal para Rock, Blues e incluso Funk y más. Pero es cuando pasamos al modo Activo cuando parece que este bajo alcanza su verdadera personalidad. Incluso con un uso discreto de la EQ, es muy sencillo lograr un sonido que literalmente tira de espaldas. Potencia y pegada a raudales pero siempre con una muy buena presencia en medios graves y el toque justo de agudos para definir cada nota. Usando una púa el sonido es incisivo pero no estridente, mientras que al tocar con dedos ganamos un poco más de cuerpo en el ataque inicial, como es lógico, así que en función del estilo o el tema que tengas que tocar optarás por una versión u otra, eso sí, siempre con los mejores resultados.
Hemos probado a pasar este Sandberg por varias unidades de saturación como Darkglass Alpha-Omega, EHX Batallion o el propio canal saturado de un cabezal GR Bass 1400 y en todos los casos nos ha parecido que el mejor resultado se conseguía al usar el bajo en Pasivo, ya que esos medios ligeramente pronunciados y unos agudos discretos le van maravilla a la saturación. Por supuesto puedes usar el bajo en modo Activo y saturarlo también. Al fin y al cabo se trata de experimentar y encontrar tu sonido.
En resumen: si buscas un 5 cuerdas con fuerte presencia escénica, un sonido demoledor y que sea cómodo, este Sandberg Forty Eight Victor Brandt puede ser tu mejor aliado. Por cierto, en versión de 5 cuerdas es un bajo de edición limitada.
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