Sadowsky Metro Line 2020 Limited Edition
Aunque suene a tópico, sin duda se puede decir que Roger Sadowsky no necesita presentación en el mundo del bajo eléctrico. Este luthier afincado en Nueva York lleva dedicándose a la reparación y construcción de instrumentos desde comienzos de los años 70, si bien su nombre empezó a hacerse famoso a raíz de instalar un previo Bartolini de 2 bandas en el mítico bajo Fender Jazz Bass de 1977 de Marcus Miller a comienzos de los 80.
La electrónica activa para bajos ya llevaba unos años en el mercado, pero fundamentalmente se encontraba presente en bajos exóticos como Alembic con un diseño de pastillas de baja impedancia y una electrónica muy compleja que a menudo requería el uso de una voluminosa fuente de alimentación externa. Por otro lado Music Man también había dotado a sus bajos de una electrónica activa pero podríamos decir que fue Sadowsky quien inició la tendencia de modificar instrumentos pasivos para dotarlos de electrónica activa. El resultado con el bajo de Marcus Miller fue tan increíblemente bueno que nació el concepto “Super Jazz Bass” y a partir de ahí muchos bajistas intentaron (con mejor o peor suerte) hacer algo similar, al tiempo que algunas marcas se lanzaron también a intentar producir bajos en esa línea.
En 1982, tres años después de afincarse en Nueva York, Roger Sadowsky decidió sacar al mercado bajos eléctricos de diseño clásico que llevaran su nombre basados en aquella modificación que tanta fama le dio. Los primeros instrumentos con su nombre fueron para Will Lee, mítico bajista de sesión y para el propio Marcus Miller.
Conocemos personalmente a Roger, y podemos decir que es una de las personas más íntegras y honestas de este sector. Su enfoque es tremendamente simple y claro: él construye variaciones sobre Jazz Bass y Precision con la premisa de crear un instrumento que resulte cómodo desde el primer momento que lo tocas y que ofrezca sonidos clásicos así como también una versión con una notable pegada y presencia al activar su propia electrónica. La atención al detalle, selección de maderas y componentes están a la altura de cualquier bajo de gama alta. Desde el inicio una característica de todos los bajos Sadowsky es que no fueran instrumentos de “boutique” sino de bajistas trabajadores que necesitaban un instrumento que funcionara bien noche tras noche en directo o que en el estudio se comportara de modo impecable. Lo cierto es que hay muchos bajos en el mercado que resultan muy bonitos pero no son especialmente apropiados para los rigores del directo y no permiten un ajuste rápido (esto le ocurre a muchos instrumentos vintage también), o bien se trata de bajos que ofrecen un montón de posibilidades de sonidos pero no se han resuelto bien aspectos como el ruido de masa, la señal de las pastillas, el equilibrio sonoro de cuerda a cuerda, etc.
Pues bien, podemos afirmar que todos y cada uno de los bajos Sadowsky que han salido al mercado son instrumentos profesionales y tremendamente prácticos donde absolutamente todo funciona bien. Permiten un ajuste preciso en cuestión de segundos (de ahí el comodísimo acceso al alma sin necesidad de llaves especiales), las maderas que se usan están lo suficientemente secas como para asegurar la estabilidad y por supuesto incorporan pastillas libres de ruido y muy buena señal así como el mítico circuito activo de 2 bandas que entrega una pegada y brillo increíbles con total ausencia de ruido. Se trata, por tanto, de bajos para usar día tras día sin tener que preocuparte por ellos y que te permiten concentrarte en la música.
Tras unos cuantos años de fabricar exclusivamente desde su taller de Nueva York, Roger se decidió a crear una nueva línea llamada Metroline contruída en Japón por quien fuera su mano derecha Yoshi Kikuch y contando siempre con la continua supervisión de Roger Sadowsky. Los bajos de esta serie han sido todo un éxito ya que durante años han permitido a miles de bajistas tener un Sadowsky por un precio bastante más asequbile que la versión hecha en USA . La diferencia fundamental con la línea NYC es que mientras en estos puedes elegir las maderas para cuerpo y tapa del bajo de tus sueños así como alguna que otra característica como puede ser la marca de pastillas y la colocación de las mismas (hasta cierto punto) en la línea Metroline nunca han existido esas opciones y son bajos con opciones cerradas. No obstante, se puede elegir entre un buen número de modelos, número de trastes, configuración y tipo de pastillas así como acabados para el cuerpo, consiguiendo así acotar las infinitas posibilidades y por tanto agilizar la producción, lo cual se traduce también en un precio inferior. Es decir, que si quieres lo mejor de un Sadowsky y no necesitas unas maderas exóticas espectaculares ni otros extras, la serie Metroline es para ti.
En 2019 y tras algunos cambios internos, la producción de Sadowsky Metroline en Japón llegó a su fin. Roger buscó durante un tiempo a una empresa que tuviera la capacidad para producir la nueva serie Metroline con las garantías de calidad que él exige, manteniendo además todos los aspectos que han hecho que miles de bajistas adoren esta marca. La nueva producción debía además ser capaz de ofrecer una seguridad en las fechas de producción que el taller de Japón sencillamente no podía cumplir últimamente. Tras varias conversaciones, reuniones y visitas a fábricas, finalmente Roger Sadowsky llegó a un acuerdo para que la empresa alemana Warwick fuera quien se encargara de la tarea.
¿Un Sadowsky hecho por Warwick? Pues sí, así es, y estos dos ejemplares que hoy analizamos para Bajos y Bajistas pertenecen a esa primera producción alemana. Se trata además de instrumentos de Edición Limitada ya que sólo se han producido en este año 2020 e incorporan algunas características muy especiales. Un simple vistazo pone de manifiesto que estamos hablando de instrumentos muy especiales.
Antes de nada empezaremos diciendo que Roger dejó absolutamente claro que todos los aspectos y especificaciones de sus bajos debían verse inalterados, es decir, debían ser exactamente los mismos que antes. Dicho de otro modo, el hecho de que estén construídos en la factoría de Warwick en Markneukirchen no significa que estos bajos compartan características o especificaciones con los bajos Warwick en absoluto. Sencillamente Roger eligió una fábrica tremendamente eficaz a la hora de construir instrumentos con la máxima precisión. Hace unos años visitamos la fábrica de Warwick y podemos dar fe de que el proceso de construcción y la atención al detalle son absolutamente impresionantes. Se trata por tanto de instrumentos idénticos a los anteriores Metroline, aunque nos atrevemos a decir que hemos percibido alguna sutil mejora.
Para conseguir el peso bajo característico de estos bajos, se seleccionan las maderas a mano. El cuerpo de estos bajos es ligeramente más pequeño, lo cual los hace más cómodos. Las pastillas Single Coil canceladoras de ruido y el mítico previo activo de 2 bandas Sadowsky se encargan de entregar un sonido basado en los clásicos Fender pero con un extra de pegada, definición y presencia sin el más mínimo ruido.
Las especificaciones extra que incorporan estos dos bajos de Edición Limitada son:
– Tapa de arce rizado de primera (algo que normalmente no es posible en esta serie)
– Exclusivo color Blue Whale Transparent Satin. De nuevo se trata de una opción no disponible para el resto de bajos de la serie Metroline
– Mástil de Arce tostado
– Edición limitada de sólo 100 unidades
En uso
El hecho de basarse en bajos de diseño clásico tiene la ventaja de que en cuanto lo tocas tienes una inmediata sensación de familiaridad. Todo cae donde debe. Los mástiles Sadowsky son una auténtica gozada y tocarlos durante horas no produce la más mínima fatiga, ya sea en el modelo de 4 o de 5 cuerdas. Son bajos que resultan cómodos tanto tocando sentado como de pie.
Las dos pastillas estilo Jazz Bass con cancelación de ruido entregan un sonido totalmente clásico pero sin el molesto “hum” al usar una sola pastilla. La colocación de las pastillas en posición 60’s en un bajo con cuerpo de fresno y diapasón de arce hace que el equilibrio de sonido sea increíble. Graves sólidos, medios muy definidos y el toque justo de agudos. El previo incorpora el control VTC (Vintage Tone Control) el cual permite suavizar el sonido al actuar como un Tono Pasivo tradicional. Las dos bandas de Ecualización son sólo de realce (de 0 a 10), algo que ha sido así desde que Roger Sadowsky instalara el previo en el bajo Fender de Marcus Miller. De este modo se consigue que el rango de la EQ sea más amplio. Es decir, en lugar de tener un control que aporte +-5 en Graves y +-5 en Agudos aquí tenemos 0-10 en ambas bandas. Concretamente se trata de +18dB’s, nada menos. Siempre nos han parecido muy acertadas las frecuencias elegidas por Sadowsky para su previo: 40Hz para graves y 4kHz para agudos.
El sonido que percibimos cuando el bajo está en modo pasivo es realmente clásico. Cada pastilla entrega individualmente el sonido que esperas (cálido y grueso en la del mástil, definido y casi agresivo en la del puente). La combinación de ambas crea un sonido Jazz Bass perfecto y con ese toque de calidad en agudos que hace que hasta los arrastres de cuerdas suenen bien. En cuanto activas el previo notarás un ligero aumento de la señal y un sonido un poco más lleno en graves y con un ligero extra de definición que nos parece absolutamente perfecto para cantidad de estilos. Y aún no hemos usado la EQ como tal… Aquí cada bajista encontrará su sonido ideal acentuando más o menos las dos bandas de ecualización. A nosotros nos parece que un ligero realce de graves es todo lo que hace falta para tener sencillamente uno de los mejores sonidos de bajo actuales. Cuesta imaginar un estilo donde este sonido no pueda funcionar.
Algo que caracteriza a los bajos Sadowsky (y estos dos que probamos hoy no son una excepción) es que puedes pasar de un sonido fingerstyle perfecto a uno de slap demoledor sin tener que tocar ningún control en el bajo. Como sabrás, esto es algo que no es fácil de conseguir en muchos bajos y es algo que nos encanta ya que sencillamente nos facilita la vida.
Con una púa el bajo se comporta de modo admirable también y si además seleccionamos la pastilla del mástil tenemos un sonido perfecto para Rock ya que podemos percibir el timbre de un Precision pero con una presencia añadida y un cuerpo adicional que tira de espaldas. Para la onda Jaco lógicamente elegimos la pastilla del puente y recortamos el tono al máximo. Aquí hemos descubierto un pequeño truco y es que, si bien el Tono recorta de un modo muy musical, para aquellos que quieren un sonido aún más nasal, sólo tienen que realzar los agudos al máximo mientras que el Tono está cerrado del todo y ahí lo tienes. Al estar centrados los agudos en 4kHz se trata más bien de medios-agudos, de modo que funciona de maravilla para ese sonido.
El modelo de 5 cuerdas exhibe un Si grave tan bueno que cuesta creer que el bajo sea de escala 34”. Lo cierto es que nos encanta porque al mantener la escala de 34” la sensación de comodidad es total y se demuestra que si el bajo está bien hecho, no es necesario en absoluto un tiro más largo para que esa cuerda funcione a la perfección. Comparada con la cuarta cuerda, el Si no pierde volumen ni definición en absoluto e incluso permite que la ataques con fuerza, hagas slap, etc., sonando siempre perfecta.
Conclusión
En resumen: unos bajos tremendamente bien hechos, ligeros, que se tocan de maravilla, suenan increíble y donde todo funciona como debe. Además son una auténtica pieza de coleccionista a un precio más que razonable así que si te haces con uno de estos, aciertas de pleno. A nosotros nos han encantado, pero sobre todo nos ha gustado comprobar que la línea Metroline vuelve a estar muy viva y que la decisión de que se construyeran en la fábrica de Warwick en Alemania ha sido todo un acierto.
Texto y fotos: Joaquín García
Bajos cedidos por Doctorbass
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