Pastillas contrabajo David Gage
Dentro de la apasionante y complicada búsqueda del sonido del contrabajo amplificado hoy vamos a analizar las diferentes propuestas de la marca neoyorquina David Gage.
David abrió su taller de reparación de contrabajos en New York hace ya varias décadas. Desde entonces son cientos de contrabajistas en activo los que han pasado por allí para hacerse con un nuevo instrumento, para reparar el suyo o bien para buscar una solución de amplificación satisfactoria. Hemos tenido la suerte de visitarle un par de veces en su taller (el cual ha ido cambiando de lugar y ampliándose) y es increíble subir las escaleras de los 3 pisos (taller abajo, zona de contrabajos estándar en la primera planta y zona de contrabajos de gama alta en la planta superior) y ver las fotos firmadas de los y las mejores contrabajistas del mundo de las últimas décadas.
Aparte de su labor como luthier, hace ya muchos años David Gage se propuso hacer la vida de los contrabajistas más fácil con soluciones de amplificación (pastillas The Realist) así como desarrollando el contrabajo “portátil” Czech-Ease que tanto han usado Esperanza Spalding, Dave Holland, Kyle Eastwood, James Genus y muchos otros, junto con un flight case reducido que permite facturar el instrumento fácilmente y poder usar tu instrumento en una gira mundial en lugar de tener que alquilar un contra allá donde vas, con el riesgo que eso supone.
Pero sin duda son las pastillas de la gama The Realist las que más fama le han dado a nivel mundial ya que son miles de unidades vendidas a lo largo de varias décadas, convirtiéndose en todo un referente.
A la hora de desarrollar estos sistemas de captación David Gage tenía claro que debían cumplir varios requisitos: ser asequibles, fáciles de instalar y que no necesitaran de un previo específico. Es decir, la filosofía “plug and play” pura y dura, de modo que puedes instalar la unidad en un instrumento en 2 minutos (siendo la instalación reversible en todo momento) y te puedes conectar a un ampli de bajo estándar con buenos resultados.
Si bien la pastilla original (modelo Copperhead) se sigue haciendo y es la más usada, la familia se ha ido ampliando con nuevas unidades adaptadas a las necesidades actuales de los contrabajistas.
Pasemos ahora a inspeccionar los diferentes modelos.
Realist Copperhead
Como decíamos, este es el modelo original y aún a día de hoy, el más usado. Consiste en un elemento cubierto en una lámina de cobre que se instala debajo de la pata de graves del puente y que consta de un Jack hembra que se fija al cordal de modo no permanente con una brida donde la primera cuerda se encarga de hacer la presión para bloquear el Jack contra el cordal. La instalación se hace en 5 minutos máximo, teniendo que bajar la afinación de las cuerdas para poder levantar el puente unos milímetros y quitando la primera cuerda para pasarla por una de las bridas del Jack. Una vez instalada sólo necesitamos un ampli de bajo estándar. Es decir, no necesitamos nada que admita una impedancia súper alta porque a diferencia de otras pastillas aquí la impedancia es similar a la de una pastilla magnética de bajo eléctrico.
Está claro que aunque cada pastilla tiene un tipo de “sonido”, en este caso el instrumento, el montaje del mismo y las cuerdas también juegan un papel en el resultado final.
Podríamos describir el sonido como profundo y tirando a oscuro, es decir, que desde luego tenemos una respuesta en graves notable y unos agudos más bien atenuados. Eso hace que la primera impresión en el ampli ya sea muy positiva porque no tenemos nada de esa estridencia y sonido excesivamente medioso que sí que tienen otras pastillas. Por eso mismo la pastilla The Realist siempre ha sido una de las favoritas de los técnicos ya que es muy fácil conseguir un sonido profundo y no tan artificial. Una ventaja añadida es que la Realist es sin duda una de las que mejor funcionan con arco, lo cual es muy de agradecer incluso aunque lo uses ocasionalmente.
La resistencia al acople es bastante buena aunque lógicamente a partir de cierto volumen estos problemas no vienen ya de la pastilla sino de la propia resonancia del instrumento, el volumen que uses en directo y la proximidad al ampli o monitor a nuestro instrumento. Al fin y al cabo un contrabajo es una caja de resonancia enorme y a partir de cierto volumen en escenario es imposible que no se acople. Soluciones tradicionales como tapar las “efes” o poner grandes trozos de espuma entre el cordal/diapasón y la tapa también funcionan porque al fin y al cabo están reduciendo la capacidad de la caja del instrumento de resonar, que es lo que queremos al tocar amplificados.
Lo cierto es que si usas un stack de bajo como puede ser un Ampeg o similar, esta es una de las pocas pastillas que te funcionarán. Quizás tengas que reducir un poco los graves en el ampli, pero siempre es preferible eso a tener un sonido estéril, que es lo que pasa con otras pastillas populares.
Como decíamos más arriba, no es necesario un previo específico, pero si lo usas (los habituales son el LR Baggs Paracoustic DI o el Fishman Prefix Plus) podrás moldear el sonido acorde a tus necesidades.
Realist Woodtone
Esta es básicamente la misma pastilla que la Coppertone pero en lugar de estar metida en unas láminas de cobre, las láminas son de madera en este caso. Eso tiene la ventaja de que se mantiene la madera entre el puente y la tapa del instrumento, lo cual es preferido por algunos músicos (incluso a veces por estética)
El funcionamiento e instalación son idénticos al de la Coppertone. En cuanto al sonido, la Woodtone quizás exhiba un carácter ligeramente más comprimido así como un punto extra de calidez. Si tu instrumento tiene ya de por si un carácter oscuro, quzás la Coppertone sea mejor opción, mientras que si ocurre al contrario, entonces la Woodtone puede ser ideal. En cualquier caso estamos hablando de diferencias mínimas y que con un previo podrías moldear a tu gusto.
Realist Lifeline
Aquí entramos en otro terreno en cuanto a diseño, instalación y sonido. Esta pastilla consiste en una pinza que se pone debajo de las ruedas metálicas que ajustan la altura del puente, así que necesitas un puente con dichas ruedas para poderla usar. La instalación no podría ser más sencilla: bajas la afinación varios tonos o quitas las cuerdas con cuidado (siempre es recomendable hacerlo poniendo el contrabajo sobre una superficie plana para evitar que se caiga el alma), pones la pinza debajo de la rueda, afinas y listo. El Jack de salida se monta del mismo modo que las otras Realist. Tiempo total de montaje 5 minutos.
Dada la naturaleza, el material y el punto de contacto de esta pastilla, con la Lifeline tenemos un sonido con más detalle en agudos y un grave un poco menos acentuado que en las Copperhead y Woodtone. Diríamos que es un sonido más cercano al de la Fishman Full Circle pero con un par de ventajas: la instalación es reversible y por tanto tenemos la posibilidad de cambiarla de un contra a otro fácilmente. Por otro lado la respuesta de agudos es un poco más dulce que el de otras pastillas de formato similar, algo que de nuevo agradeceremos tanto al tocar pizzicato como al usar el arco. A día de hoy nos parece una de las pastillas con sonido más natural del mercado.
De nuevo ocurre que un previo no es necesario pero sí recomendable. Incluso hemos hecho la prueba de montarla en un contrabajo Gewa Rockabilly sustituyendo a la piezo Shadow que se monta en el puente y el sonido nos ha gustado mucho más.
Conclusión
Si necesitas amplificar tu contrabajo de modo efectivo, sencillo y económico, hay pocas opciones mejores que estas 3 unidades que ofrece David Gage. Por algo son las pastillas más usadas a nivel mundial. Una auténtica garantía.
Joaquín García
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