OKKO Motör Pedal

Okko es una pequeña empresa que nació en 2003 en la ciudad alemana de Leipzig de la mano del músico e ingeniero Heiko Laurenroth con la única finalidad de crear pedales de efectos de la más alta calidad construidos a mano y con producciones controladas que le permitieran mejorar el producto en cada momento.

El hecho de que sean músicos en activo quienes construyen los pedales garantiza la calidad y la eficacia tanto si lo vas a usar en un estadio o en tu dormitorio.

Si bien la gama de producto de Okko está centrada sobre todo en pedales para guitarra, tienen en su catálogo algunas unidades específicamente hechas para bajistas, como el caso del Motörbass que hoy analizamos para Bajos y Bajistas

 

Descripción

No hay que ser un lince para averiguar que este pedal está construido con la intención de recrear el poderoso sonido que el bajista británico Lemmy Kilmister sacaba a su Rickenbacker 4001.

Con una construcción súper robusta en un chasis metálico, contamos con tres sencillos controles que se encargan de actuar sobre la Ganancia (Faster), Volumen (Louder) y Tono (Harder). Nos encanta esta denominación, realmente apropiada…

Por lo demás tenemos los habituales jacks de entrada y salida, la entrada para alimentador de 9 Voltios (puede funcionar con pilas también) y un interruptor de encendido-apagado que activa la diéresis sobre el nombre, aunque tal y como el fabricante indica, te vas a enterar de que está activado de todos modos…

 

En uso

Siendo un pedal homenaje a Lemmy y con controles Faster, Harder y Louder, ya sabes que estamos ante un pedal que va a entregar una distorsión poderosa. El propio fabricante indica “agarra una púa y toca fuerte”. También indica en las instrucciones que el Jack de salida deberíamos usarlo para conectar el pedal a un ampli lo más grande y potente posible. Toda una declaración de intenciones.

Lógicamente sería muy atrevido decir que un sencillo pedal es capaz de capturar el enorme sonido que Lemmy obtenía con su icónico stack Marshall Super Bass modificado, pero lo cierto es que se nota que la gente de Okko ha hecho los deberes porque de hecho sí que nos acercamos mucho. Evidentemente usar un ampli de válvulas a todo volumen también nos va a ayudar.

Los powerchords que Lemmy usaba tanto son especialmente complicados de reproducir ya que los pedales de guitarra recortan demasiados graves y los de bajo suelen carecer de la definición necesaria. En este caso lo que ha hecho Okko es utilizar un conversor de voltaje que hace que los 9 Voltios con los que alimentamos el pedal se convierten internamente en 24 Voltios, aumentando de forma efectiva el headroom, algo fundamental para obtener una distorsión cruda pero a la vez compacta a lo largo de todo el mástil.

Con la Ganancia al 25% de su recorrido y el Volumen al 50% y el Tono a la mitad tenemos un sonido de partida que es un overdrive muy sensible a nuestro modo de tocar, pudiendo pasar de limpio a ligeramente saturado tan sólo tocando un poco más fuerte.

A medida que vamos subiendo el Tono lo que ocurre es que se van añadiendo Medios y Agudos progresivamente hasta llegar a un sonido más extremo.

La verdad es que el control de Ganancia (Faster) tiene un recorrido enorme que va desde prácticamente limpio hasta esa mezcla de distorsión y fuzz con un buen filo. Algo que nos ha gustado especialmente es que incluso con la ganancia a tope seguimos reconociendo qué pastilla del bajo está sonando (otros pedales similares tienden a reducir al mínimo el timbre del bajo) y lo que es mejor, sin perder nunca cuerpo ni graves.

Conclusión

Este pedal es absolutamente recomendable para quien quiera recrear el muro de sonido que Lemmy obtenía, con la ventaja de poder obtenerlo a volumen moderado, algo nada fácil. Sin embargo no es un pedal sólo para fans de Motörhead ni mucho menos. De hecho nos ha encantado para añadir texturas de saturación diferentes a lo que ofrecen otros pedales. Ciertamente funciona de lujo si tocas con púa, pero realmente es válido para cualquier enfoque y técnica, eso sí, siempre que busques cierta potencia y agresividad.

Por cierto, no se lo prestes al guitarrista del grupo porque podría no devolvértelo. Lo hemos probado con guitarra también y funciona de maravilla con las 6 cuerdas.

Texto y fotos: Joaquín García