LARS Pickups
La amplificación del contrabajo (y de otros instrumentos acústicos) es algo que trae de cabeza a la mayoría de músicos y técnicos de sonido desde hace décadas. No en vano, uno de los motivos por los que Leo Fender creó el Precision Bass en 1951 fue el hecho de poder dotar a los grupos de un instrumento que hiciera la función del bajo pero en un formato fácil de transportar, de tocar y de sonorizar.
Los sistemas de captación desarrollados durante años para poder amplificar instrumentos acústicos de cuerda se podrían dividir en estos grupos:
- Pastillas magnéticas que transforman la vibración de cuerdas metálicas (al menos con un núcleo metálico) en una señal eléctrica.
- Sistemas piezo eléctricos que captan el sonido en el puente mediante unos elementos que funcionan a partir de la presión que las cuerdas ejercen en el mismo
- Micrófonos externos
- Elementos que se pegan a la tapa del instrumento para intentar capturar la vibración de la misma
Cada uno de estos enfoques tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Brevemente diremos que las pastillas magnéticas (Krivo, Schaller e incluso pastillas de bajo eléctrico adaptadas) consiguen entregar una buena señal y una buena resistencia al acople, pero no funcionan con cuerdas de nylon o tripa (ya que es necesario que al menos el núcleo sea de acero) y además tienen un sonido un tanto “eléctrico” que se aleja del carácter real del instrumento.
La opción más extendida es la de los sistemas piezo eléctricos (David Gage The Realist, Fishman Full Circle, etc.) ya que funcionan con todo tipo de cuerdas y ofrecen un sonido un poco menos eléctrico que las magnéticas pero que resultan a veces un tanto duras de sonido y quizás tampoco excesivamente natural, lo cual se hace más evidente cuando no se corresponde la altísima impedancia de estos sistemas con la entrada del típico amplificador de bajo eléctrico. La resistencia al acople es aceptable por lo general.
Sin duda alguna, el sonido más natural lo aportará un micrófono, normalmente un condensador situado a un metro del instrumento o bien acoplado al cordal del instrumento como el DPA4099 o incluso un dinámico (Shure SM58, Electrovoice RE20) colocado debajo del puente envuelto en una espuma, pero la resistencia al acople es limitada, especialmente si queremos pasar esa señal por monitores o por un ampli. En estudio de grabación el micrófono es la opción número uno, está claro, pero para directos la cosa se complica
El cuarto enfoque consiste en sistemas que se pegan a la tapa del instrumento con algún tipo de adhesivo y capta la vibración de la misma. La idea es buena, pero en muchos casos el sonido no termina de ser natural y también suelen ser sistemas muy propensos a los acoples.
Hoy analizamos un producto que acaba de llegar al mercado de la mano de LARS pickups y que se denomina CM (Contact Microphone). Si bien encaja en este cuarto grupo de sistemas de captación, se diferencia mucho de otros similares de otras marcas tanto en cuanto a la facilidad de instalación como, sobre todo, en el resultado de sonido obtenido, el cual francamente nos ha sorprendido muy gratamente.
Hablamos con Lauren Serrano, el creador de LARS pickups, para que sea él mismo quién nos explique cómo nace este producto.
Lauren, gracias por atendernos. ¿Dónde estás ubicado y cuál es tu dedicación habitual?
Resido con Córdoba y mi profesión es ingeniero de sonido tanto de directo como de estudio. Tengo mas de 25 años de experiencia en este sector y he trabajado con artistas de la talla de Vicente Amigo, Alejandro Sanz, Enrique Morente, Miguel Bosé, Juan Carmona, Joaquín Grilo, Antonio Ruz, etc…
¿Por qué te decidiste a sacar estas pastillas y cuándo empezaste a hacerlas?
Es bien conocido en el flamenco el problema que supone amplificar una guitarra flamenca o un contrabajo. Las exigencias actuales que se le pide al instrumento van mas allá de para lo que fue diseñado; estos instrumentos tienen que competir con otros que tienen una sonoridad mucho mayor (batería, bajo eléctrico, percusión, etc..) y ahí es donde entra en juego la amplificación.
El problema está solucionado en parte otros estilos como el pop, country y rock ya que el sonido de los propios sistemas de amplificación ha formado parte del carácter de la música, pero cuando necesitas preservar la sonoridad del instrumento la cosa cambia. Actualmente todo los sistemas del mercado tienen ese sonido “Piezo” que resulta tan incomodo para los músicos clásicos, flamencos o jazzistas.
Todo comenzó en un concierto en el festival «Les Nuits de la Guitare de Patrimonio” en Corcega con el guitarrista Juan Carmona. Siempre uso para la guitarra flamenca un DPA 4011, que es un micro que adoro, pero en esa situación había un sonido insoportable de cigarras (ya que ese festival se organiza en el campo) además de un ruido inmenso de público por lo que era casi imposible sacar un buen sonido con potencia. Ese fue un punto de inflexión y es cuando comencé a buscar una solución.
¿Qué tecnología usan y en qué difieren de otros productos similares?
Uso transductores que funcionan por efecto piezoeléctrico como la gran mayoría de los fabricantes pero desde un punto de vista distinto. El objetivo era buscar un sistema no invasivo y que respetara la sonoridad propia del instrumento y que además sea de fácil instalación.
Es muy habitual que los músicos se reserven su mejor instrumento para grabar o estudiar pero si tienen que amplificarlo para los directos pasan a usar otro porque hay que hacerle modificaciones que no se las harían a su instrumento principal. La mayor ventaja del sistema LARS es que obtienes un sonido mucho mas natural que un piezo convencional y no requiere instalación, de modo que puedes usar tu mejor instrumento sin tener que preocuparte por nada.
La masilla que traen para colocarse en la tapa es reutilizable y no deja residuos en el instrumento, por delicado que sea el barniz del mismo, ¿cierto?
La masilla acústica fue la pieza clave y unos de los primeros elementos del desarrollo. Debía de cumplir el requisito de no dejar residuos ni dañar ningún tipo de barniz incluso en los mas delicados (muñequilla, nitrocelulosa, al alcohol, al aceite, etc.).
¿Está pensada tu pastilla para funcionar por si sola o recomiendas combinarla con otra (piezo, magnética, etc.) o bien con un micrófono?
El sonido es muy próximo de un micrófono. De hecho en pruebas ciegas que he hecho es difícil distinguir cuál es cuál. Está diseñada para funcionar sola respetando la dinámica y timbre del instrumento pero eso no impide que pueda combinarse con otros sistemas para conseguir diferentes tonalidades. Hay músicos que la combinan con un piezo y otros con un micrófono. Todo depende de lo que vaya buscando cada uno y de sus necesidades concretas.
¿Qué resistencia al acople tiene comparada con otras patillas y con un micrófono?
Digamos que estamos en un termino medio entre micrófono y pastilla convencional ya que es unos 12 db’s más resistente al acople que un micrófono. En la práctica esto significa que es suficiente para trabajar en un escenario a buen volumen. No está diseñada para obtener mucho volumen por si sola sino para obtener fidelidad. En cualquier caso, es tan sencillo como subir la ganancia en la mesa, o bien si usas un previo de dos canales para mezclarla con otra pastilla o con un micro, ajustar la ganancia de cada sistema en su punto óptimo.
Por lo que vemos, es un sistema 100% pasivo que no necesita alimentación de ningún tipo, lo cual es genial. ¿Es necesario un amplificador o previo específico para instrumentos acústicos se puede conectar a cualquier amplificador de bajo normal? En otras palabras, ¿hace falta un dispositivo con una entrada de muy alta impedancia para que la pastilla LARS suene bien?
El sistema es completamente pasivo y totalmente compatible con cualquier amplificador o pedalera. El único requisito es que la impedancia de entrada sea de 1Mohm que suele ser la típica entrada de amplificador o de la mayoría de pedales. También es compatible con sistemas inalámbricos y en breve sacaremos una versión con conector compatible con los inalámbricos de Sennheiser Evolution.
No es necesario usar un previo pero es recomendable para poder trabajar un poco el sonido y poder ajustarlo al sistema que uses. Si quieres trabajar tu mismo el sonido, usar un previo puede ser una buena idea, pero en el caso de que tengas un técnico sonido es suficiente con usar una DI ya que el sonido lo puedes tratar en la mesa de mezclas.
Por último, ¿puedes mencionar a algunos artistas que estén usando ya la pastilla LARS en directo?
Actualmente estamos en desarrollo de los sistemas para violín y cello así que a día de hoy solamente tenemos contrabajistas como Pablo Martín Caminero, José Manuel Posada “Popo”, Sven Holscher y guitarristas como Pipo Romero, Juan Carmona, José Quevedo “Bolita”, Jesús Guerrero, David Caro, etc…
PROBANDO
Pasamos ahora a la parte más divertida, que es probar el material. Lo primero que nos gustaría destacar es que cada pastilla viene con 18 piezas de masilla reutilizable y que no deja ningún tipo de residuo en el instrumento, de modo que puedes usarla todo tipo de acabados sin temor a que quede algún resto o se dañe el barniz. Tan sólo tienes que hacer una pequeña bola con una de las piezas de masilla, ponerla en la tapa, presionar con el pulgar para hacer una forma circular y colocar encima la pastilla LARS, la cual se queda firmemente pegada. Si luego quieres probar otras posiciones sólo tienes que quitar la pastilla tirando de ella suavemente y quitar la masilla con los dedos. No deja residuo y puedes volver a usarla muchísimas veces sin que pierda sus propiedades. Genial.
Comenzamos situando la pastilla unos 3 centímetros por debajo del pie de graves del puente del contrabajo ya que ese es el punto de inicio recomendado. Conectamos la pastilla a un amplificador (en este caso un ACUS Oneforbass) y enseguida percibimos un sonido muy diferente al que obtendríamos con cualquier otro tipo de pastilla. La primera palabra que nos viene a la mente es “madera”. A partir de ahí empezamos a probar otras posiciones y notamos que si la acercamos al puente se enfatizan los agudos y se atenúan los graves. Dado que la tapa de cada instrumento vibra de un modo distinto, la clave aquí es dedicarle un rato a localizar el lugar ideal en tu instrumento. De hecho en función del necesito que necesites para cierto repertorio, del amplificador que tengas o incluso de la acústica de la sala, podrías jugar con estas variaciones en la posición y así obtener el mejor resultado en cada caso.
Una vez encontrada la posición ya sólo queda disfrutar del sonido más natural que hemos oído hasta la fecha. Hemos comparado la respuesta en contrabajos equipados con pastillas Piezo Fishman y Realist y si bien estas entregan una buena señal, el sonido de la LARS ganaba por goleada en cuanto a naturalidad. Una combinación de LARS y pastilla usando el previo EBS Stanley Clarke que analizamos para Bajos y Bajistas hace unos meses ha resultado ideal. Este previo permite darle a cada pastilla el volumen y EQ ideal y mezclarlas a nuestro gusto, pero en todas las pruebas acabamos dándole más protagonismo en la mezcla a la LARS por su tremenda naturalidad, calidez y sonido “de micrófono”. Por cierto, el arco por fin suena natural con esta pastilla, algo que indica lo acertado de su diseño.
También hicimos una comparación realmente exigente como fue instalar la LARS en un contrabajo clásico y comparar su sonido con el que recogía un micro DPA 4099 y probar a grabar. El resultado final era sorprendentemente parecido. Quizás el micro nos gusta un poco más, pero claro, a la hora ya no de grabar sino de pasar esa señal por un monitor, P.A. o amplificador, la LARS salía ganando de nuevo y que esos 12dB’s extra antes del acople marcaban la diferencia. Además, si pretendes usar un micro de condensador en directo y pasarlo por monitores tienes que ecualizarlo y recortarlo tanto que se acaba perdiendo la naturalidad. En ese caso conseguimos un sonido más realista de micrófono con la LARS (que apenas había que ecualizar) que con el propio micro. ¡Increíble!
De verdad que nos ha encantado este producto y creemos que va a suponer una auténtica revolución en la amplificación de instrumentos acústicos. Además es made in Spain y tiene un precio más que razonable. ¿Qué más se puede pedir?
Por cierto, aprovechamos a hacer pruebas con esta pastilla en guitarra acústica, clásica, banjo, mandolina y bouzouki y el resultado ha sido siempre igualmente satisfactorio. LARS está ahora mismo desarrollando una serie de pinzas y soportes para diferentes instrumentos.
Hazte con una de estas unidades y empieza a disfrutar por fin de un sonido natural en tu instrumento.
Texto: Joaquín García
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