Comparativa Compresores: EBS Multicomp, AGUILAR TLC Compressor y MXR Bass Compressor M87
La compresión siempre ha sido el efecto más aplicado al bajo, tanto en estudio como en directo, aunque es una especie de terreno misterioso en el que muchos se adentran porque ven que los demás lo hacen, pero no exento de complicaciones si no se tiene cierta experiencia y/o conocimientos. En el número 2 de Bajos y Bajistas ya tuvimos la ocasión de dar un amplio paseo por los principales conceptos de la compresión, así que no es la intención de este artículo repetir todo lo que allí quedó escrito. En dicho número incluso se hizo una magnifica “review” del pedal EBS Multicomp, que hoy vuelve a estas páginas pero con otra perspectiva: comparar sus posibilidades, rendimiento y cualidades con las de otros pedales compresores estrella del mercado: el AGUILAR TLC Compressor y el MXR Bass Compressor M87. Queremos ser los oídos de quienes no tienen la oportunidad de compararlos a la vez y ayudar a despejar dudas en el hipotético caso de que estés pensando en incorporar un pedal compresor a tu equipo.
Para quienes no estén muy familiarizados con lo que significa el efecto de compresión o incluso quienes siendo usuarios habituales de algún pedal de compresión, los aquí tratados o cualquier otro, quieran refrescar conceptos, os recomiendo descargar el número 2 de la revista si no lo tenéis (www.bajosybajistas.com) y releer el artículo anteriormente mencionado.
La intención de esta comparativa no es otra que enfrentar las posibilidades de configuración, la calidad de sonido y el rendimiento en términos de compresión de estos pedales. No vamos a entrar en el terreno descriptivo de si son grandes o pequeños, bonitos o feos, resistentes o frágiles, etc. Las características constructivas están al alcance de todos en las páginas web de los respectivos fabricantes. Lo que se pretende es alcanzar un diagnóstico “sonoro”, por supuesto basado en la opinión y percepción de un servidor, por lo que la objetividad no por pretendida puede darse por conseguida. He dejado que mi oído me guíe lo mejor que sé y puedo, así que allá va.
Partamos de la base de que cualquiera de los tres cumple la función para la que se diseña y fabrica un compresor: reducir el rango dinámico de la señal y así obtener unos beneficios en el sonido que se derivan de ello y que ahora veremos cuando nos adentremos en cada uno de los pedales que vamos a analizar. Y por supuesto, los tres son de gran calidad y nivel profesional. Podríamos haber elegido otros modelos de otras marcas, pero las consultas efectuadas nos han llevado a la conclusión de que estos son en la actualidad los tres modelos más demandados entre los bajistas.
EBS Multicomp
Si has tomado en consideración mi sugerencia y has releído las páginas de referencia del número 2 de Bajos y Bajistas, habrás accedido a un profundo análisis de este pedal. Ahora vamos a detenernos poco en describirlo y mucho en hablar de su sonido y ponerlo en valor frente a los otros dos contendientes de la prueba. Es más, casi podría afirmar que se trata de ver qué diferencias o mejoras aportan el Aguilar y el MXR con respecto al EBS, ya que este último ha sido un clásico durante muchos años, el más veterano de los tres en sus formatos actuales y probablemente es el más difundido entre los bajistas de nuestro país, aunque solo sea por el tiempo que lleva en el mercado y porque fue el primer compresor para bajo con calidad que se lanzó en formato de pedal.
Los controles de configuración frecuentes en un compresor “completo” son Threshold (umbral: nivel de señal a partir del cual se empieza a comprimir), Ratio (relación: cantidad de compresión aplicada), Attack (ataque: el tiempo que tarda en actuar la compresión), Release (liberación: el tiempo que tarda en desaparecer la compresión) y Output (volumen de salida: nivel de la señal una vez procesada que se envía al amplificador, previo, caja de inyección, tarjeta de sonido, etc.). Puede tener más, y de hecho los compresores profesionales de rack o software que se utilizan en los estudios de grabación incorporan otros múltiples controles que permiten ajustar con máxima precisión todos los valores de los parámetros que intervienen en la compresión. Pero digamos que estos son los fundamentales a la hora de definir cómo va a actuar el efecto. A veces pueden estar denominados de otra manera, como veremos en esta comparativa, pero no son más que distintas nomenclaturas de la misma función.
De los tres pedales de compresión comparados, y probablemente de todos los que existen, el EBS es el más sencillo. Esta extrema sencillez, ¿es buena o mala? Pues depende. Indudablemente no permite conseguir muchas variaciones del efecto ni configuraciones que no sean estándares, pero esto puede tener muchas ventajas. La primera es que se trata de una esencia tan concentrada que lo poco que hace lo resuelve muy bien. La segunda, que está tan definido en sus funciones y prestaciones que deja poco margen a que un usuario inexperto pueda perderse en la selva de los controles típicos de un compresor y sus casi infinitas combinaciones, que a veces termina arruinando su sonido con un pedal que supuestamente debería mejorarlo. Y la tercera, que no puede ser más cómodo. Es casi como esos coches del futuro a los que parece que con encenderlos y decirles dónde queremos ir será suficiente para que nos transporten con seguridad. No podremos acelerar ni hacer conducción deportiva, no podremos ceñirnos en las curvas, ni siquiera frenar para mirar algo que nos llame la atención, pero llegaremos a nuestro destino sin despeinarnos y con toda la certeza de las máquinas en teoría “infalibles”.
Solamente ofrece un control giratorio COMP/LIMIT, otro GAIN y un interruptor que conmuta entre tres posiciones: TUBESIM, MB, NORMAL. Adicionalmente a estos controles, tiene unos mini potenciómetros internos (hay que abrir la tapa posterior de acceso al circuito para manipularlos) que vienen ya ajustados de fábrica a mitad de recorrido. Son los ajustes de umbral de agudos y graves. Porque el EBS Multicomp es un compresor que, si se selecciona la posición MB, puede actuar en doble banda (el único de los tres) independientemente sobre agudos y graves, separando mediante un divisor ambos rangos de frecuencias para después mezclar ambas señales en la salida. Por eso se pueden ajustar los umbrales de entrada de frecuencias altas y bajas de forma separada. Igualmente, cuenta con un selector lateral de activo/pasivo para adecuar la sensibilidad de entrada al nivel de salida del instrumento que estemos utilizando, lo que resulta un complemento ideal para optimizar la señal con la que el efecto va a comenzar a trabajar.
Vemos entonces como el umbral de entrada es ajustable pero de una manera que no permite andar variando cada vez que se utiliza el pedal. El punto medio de ajuste que trae de fábrica es indudablemente el más usado en general y el que mejores prestaciones obtiene del conjunto del pedal. Volviendo al símil automovilístico, igual que un coche automático.
A partir de esta entrada de señal, el siguiente ajuste natural es el nivel de compresión aplicado (ratio) mediante el control COMP/LIMIT. Las relaciones (de 1:1 a 5:1) no son muy generosas si se comparan con los otros dos pedales en liza, pero son las más empleadas, fuera de las cuales ya empezaríamos a hablar de valores para usos muy concretos y con aplicación intensa del efecto. En la posición final izquierda no existe compresión (1:1) y en la posición final derecha (5:1) el efecto alcanza valores que se aproximan a una cierta limitación. Es importante diferenciar compresión y limitación, siendo el segundo el estadio más “agresivo” del primero, donde realmente no solo se están equilibrando los picos y los valles de la señal, sino que más bien la señal se está restringiendo dinámicamente en unos términos que, a mi modo de ver, ya afectan a la musicalidad, con recortes que amalgaman el sonido, que lo desnaturalizan.
De allí pasamos a regular el nivel de salida, que se lleva a cabo con el control GAIN. Al contrario de lo que suele ser frecuente en amplificadores y preamplificadores, aquí el control de ganancia no afecta a la señal entrante sino a la saliente. Vamos, un mero volumen que permite rescatar el nivel de la señal global que se haya podido perder en la aplicación del efecto. Con este control regulamos la señal de modo que podamos mantener el mismo nivel que cuando no está activado el pedal, o que aumente si ese es nuestro deseo.
Y por último, el selector de tipo de compresión: TUBESIM es un simulador de la compresión que produce un amplificador de válvulas cuando se eleva su ganancia, dando una pincelada de armónicos y calidez al sonido; NORMAL, que actúa sobre todas las frecuencias del espectro; y MB, acrónimo de MULTI BAND, que como ha quedado explicado más arriba, aplica el efecto de manera independiente sobre frecuencias agudas y graves, mezclándose después los resultados en una señal de salida única. En esta última modalidad es perfectamente posible desequilibrar la aplicación del efecto en una u otra banda mediante el ajuste de los mini potenciómetros internos ya referidos.
El mismo LED indicador de encendido del pedal también nos marca cuándo está entrando el efecto de comprensión, cambiando su intensidad luminosa. Esto resulta muy útil para saber cuando actúa el efecto y así decidir si dar más o menos cancha tanto a los reguladores internos como al control COMP/LIMIT.
Resta comentar que es un pedal “true bypass”, es decir que cuando no está activado la señal pasa del jack de entrada al de salida sin que el circuito afecte a la señal en absoluto. Otros pedales, como el AGUILAR que veremos a continuación, tienen otro sistema: son pedales con buffer. Estos últimos lo que hacen es que, cuando no están activados, recogen la señal de entrada, la llevan a un buffer o memoria intermedia y desde ahí la reenvían a la salida. Este sistema supone el riesgo de degradación de la señal, pero “riesgo” no significa “hecho”. Si el pedal es de alta calidad, no tiene por qué deteriorar la señal. Son simplemente diferentes sistemas y no es un asunto decisivo cuando la calidad de construcción es tan buena como en estos tres productos. Aunque hay quien se inclina más por un sistema que por otro, no es mi caso. Me gustan por igual Riojas y Riberas.
Nadie puede esperar grandes variaciones del sonido con el pedal EBS Multicomp. Pero siempre se ha dicho que un efecto de compresión está perfectamente configurado si es tan sutil que no se percibe cuando se añade sino cuando se quita. Es un compresor muy sencillo que agrega presencia de forma muy moderada, que aporta un punto bonito de calidez “vintage” al sonido (más notorio en TUBESIM), y que si se ajusta con un nivel de compresión intermedio poniendo COMP/LIMIT entre menos cuarto y las doce, hace crecer los armónicos y saca a la luz matices que a veces la oscilación dinámica tiende a enmascarar. Comentario merece el efecto “sustain”, porque ese es otro de los efectos típicos de un compresor. Un efecto de compresión para bajo que se precie, debe proporcionar una chispa de sustain al sonido, algo que se consigue artificialmente mediante la regulación de la liberación del efecto (Release), ya que se prolonga la cola de las notas en el tiempo que se marque. Bien utilizado y con mucha moderación contribuye a la creación de sustain y ligados en las notas. En el EBS Multicomp este parámetro también viene fijado de fábrica, es inalterable, y como no podía ser de otra manera, muy moderado. ¿Resultado? Un sustain casi imperceptible pero que dulcifica el sonido y le quita aristas.
Este pedal regula y mejora el sonido porque está diseñado para ello, y sus opciones son tan pocas que si te gusta tal y como es, con su infinita clase y sencillez, perfecto, y si no tienes que pensar en otro.
Aguilar TCL Compressor
Con este pedal de compresión ascendemos un peldaño en complejidad. A mayor complejidad, más posibilidades de configuración pero también más dificultad para encontrar puntos óptimos. Lo primero a tener en cuenta es de qué familia procede. Aguilar se ha ganado una bien merecida reputación entre los bajistas de todo el mundo con su amplificadores y pantallas de calidad. Cuando Dave Boonshoft, su presidente, decidió dar el salto y expandirse de la amplificación al mundo de los efectos, sabía perfectamente lo que hacía y lo que perseguía. No en vano él mismo es un reputado bajista de la escena neoyorquina, con mucha experiencia en estudios y directos. Y todos esos conocimientos acumulados durante años de profesión son los que ha querido volcar en sus productos. Declarado por él, este compresor pretende llevar al formato pedal lo mejor y más esencial de los grandes compresores de estudio, esos que tan bien hacen sonar el bajo en las grabaciones de calidad.
En este pedal vemos ya la mayoría de los controles que definíamos como “habituales” en los compresores de estudio. LEVEL (nivel de salida, equivalente a “Output”), ATTACK, THRESHOLD y SLOPE (nivel de compresión, equivalente a “Ratio”). Las funciones de cada uno de ellos son las que cabe esperar, pero es importante matizar algunas cosas.
En primer lugar, llama la atención lo poco que varía la percepción del ataque cuando se regula el control ATTACK. Configurado para moverse entre 10 y 100 milisegundos, en un entorno de directo, con muchos factores acústicos y sonoros incidiendo sobre el sonido que llega a los oídos, me resultó imperceptible el cambio de un extremo al otro. Sin embargo, en las pruebas de grabación que hice, una en 10 y la otra en 100 ms, sí pude distinguir, pero desde luego de forma muy leve. Bien habría merecido la pena dotar a este control de algo más de rango. Es indudable que se ha optado por los valores típicos, pero quizás para eso sea más práctica la filosofía de EBS, que fija el valor de fábrica y se ahorra un control, espacio para él y complicaciones innecesarias al usuario.
Por el contrario, la configuración de la intensidad de compresión, que radica en el control SLOPE, permite variar desde una relación 2:1 hasta lo que Aguilar denomina infinito. Sin duda, es una forma de decir “en un extremo la mínima compresión y en el otro tanta que dejarás la señal atada y amordazada sin poder moverse”. De la compresión más sutil a la limitación más vasta. En esto sí que sobrepasa claramente al EBS en posibilidades. En este pedal no existe la conmutación para bajos pasivos/activos que veíamos en el Multicomp, debiendo regularse la sensibilidad de entrada mediante el control de umbral THRESHOLD. Cuando más lo giremos hacia la derecha, más se reduce el umbral de la señal necesario para que se produzca la aplicación del efecto.
Otro pequeño “pero” del AGUILAR TLC Compressor es que no hay ninguna pista visual de cuándo y cuánto está actuando el efecto, ya que ni cambia de intensidad el LED de encendido como en el caso del EBS, ni hay una barra de LEDs como en el caso del MXR. Todo ha de fiarse al puro dictado de nuestros oídos.
Una vez que te pones a trabajar con él y a explorar sus posibilidades, inmediatamente llama la atención su gran calidad de sonido. Tanta que perfectamente puede utilizarse en un estudio (¡esa era la pretensión de Dave Boonshoft!). A pesar de tener más opciones de control que el EBS, no debemos pensar que es difícil de manejar. Con un poco de tiempo que le dediquemos, enseguida vemos que empieza a aportarnos cosas. También me gustaría destacar que es bastante transparente y respetuoso con los tonos de la señal original. No se entienda esta afirmación como que el EBS desvirtúa lo que recibe, ni mucho menos, solamente que el pedal de la marca sueca imprime un ligerísimo toque de personalidad que no es ni más ni menos que una manera de configurar “tu” sonido. Y si te gusta como lo hace, pues nada más que hablar.
Dada la gran capacidad de compresión de este pedal, es el más versátil de los tres. Cubre todas los ámbitos de la compresión, desde quienes pretenden un toque de crecimiento en el sonido hasta quienes tocan con púa, hacen slap o imprimen mucha fuerza en la pulsación con los dedos. Todas estas son técnicas que aumentan los excesos dinámicos y la buena compresión puede dulcificar el sonido. Toda la calidez y engordamiento que aporta este compresor proviene no de la alteración tonal sino del control de la dinámica. La transparencia tonal de la que hablábamos antes hace que precisamente el rango de variación tímbrica sea prácticamente nulo, pero lo suple con la calidad del tratamiento de la señal. Si del EBS decíamos que se podía definir como un compresor de inspiración “vintage”, de este diría que está a caballo entre lo clásico y lo moderno. Podemos redondear la señal y calentarla, o buscar limpieza y nitidez, porque todo está ahí.
Terminaremos con dos ejemplos de posibles configuraciones, una como efecto “calentador” del sonido y la otro como efecto “limitador”:
- SLOPE en un ajuste bajo y THRESHOLD en un ajuste medio: sonido abierto y redondo, cálido, con energía.
- SLOPE en un ajuste alto y THRESHOLD en un ajuste alto: compresión efectiva de los excesos dinámicos.
MXR Bass Compressor M87
Nada más poner los ojos en este pedal llama la atención su barra de 10 LEDs, por lo inusual en un pedal y porque transmite la sensación de ser un compresor “de alta gama”. Ciertamente con él subimos otro peldaño en posibilidades de configuración, estando un peldaño por encima del AGUILAR y dos por encima del EBS. Pero hablamos solo de mayores posibilidades de configuración, nunca de diferencias de calidad. Empezaremos por decir que esta es una prestación muy útil porque nos indica siempre dónde y cuánto estamos actuando con compresión sobre la señal. Ahora bien, el sonido no se ve, se oye, así que a este indicador luminoso hay que hacerle el caso justo, porque lo que definitivamente nos dirá si estamos en el punto sonoro deseado son nuestros oídos.
Con respecto al AGUILAR, ganamos en un control más, el denominado RELEASE, que nos permite regular la cola de las notas, es decir, el tiempo que se mantiene el efecto de compresión en cada nota antes de desaparecer. El resto de controles son los mismos, aunque con algún cambio de nombre: OUTPUT para el nivel de salida y RATIO para el nivel de compresión (LEVEL y SLOPE respectivamente en el AGUILAR).
Por lo que respecta a RATIO, nos encontramos que no es un control giratorio continuo con barrido, sino que tiene 4 presets con valores de compresión fijos, a diferencia de lo que pasaba en los otros dos pedales. Son 4:1, 8:1, 12:1 y 20:1. Esto no me hace especial ilusión, porque el valor más bajo me parece demasiado alto para ser el primero, y el más alto me parece excesivo y solo utilizable en contadas ocasiones. La relación 4:1 es la más cercana a redondear el sonido pero ya con unos niveles de compresión que se notan bastante, y la relación 20:1 es un auténtico limitador. Sin duda, echo en falta algo más leve como primera posición para quienes solo buscan un ligero matiz, ese sensación que decíamos que no se percibe en excesivamente cuando se añade pero claramente se nota cuando se quita.
INPUT nos permite determinar en qué punto de la señal entrante empieza a producirse la compresión. Cuanto más se abre, antes empieza la compresión. Con él también hay que jugar según sea la intensidad de la señal que viene del bajo, activo o pasivo. OUTPUT regula el nivel de salida, posibilitando la tarea de igualar el volumen de la señal de salida con el nivel que tiene la señal cuando el pedal no está activado, y por supuesto aumentarlo o reducirlo según las preferencias de cada uno. ATTACK es mucho más efectivo que en el AGUILAR, diferenciándose claramente la velocidad de ataque de las notas en uno u otro extremo. Y RELEASE (en este pedal es la primera vez que nos encontramos con la posibilidad de intervenir en el control de esta función) es un magnífico creador y regulador de “sustain”. Esto es especialmente útil en bajos con cuerdas planas o en estilos de tocar muy percusivos donde las notas se quedan a menudo cortadas enseguida, produciéndose a veces vacíos sonoros entre ellas que perjudican al cadencia musical. Con este aumento artificial del sustain, alargando la cola de las notas, se acercan unas a otras y se acrecienta la musicalidad.
Por todo lo dicho, este es un compresor en toda la regla. ¿Tocas con púa, eres un “slapero” irredento, le imprimes una fuerza bestial cuando tocas con los dedos…? Pues no te vendría mal este compresor MXR para que tu dinámica variable pueda domarse y traducirse en un sonido más comprensible y ordenado. No perderás marcha, solo “desembarullarás” tu sonido. Pero si buscas simplemente un poco más de calor en la respuesta de tu bajo gracias al abrazo moderado de los extremos dinámicos, este no es tu compresor.
Tonalmente, ni un reproche. No quita graves ni agudos, mantiene la limpieza y, de los tres, es probablemente el de sonido más moderno y el que menos incide en el color de la señal.
Por último, una apreciación muy personal: a mi gusto, los controles giratorios son un poco pequeños y en ocasiones me ha resultado difícil hacer ajustes de precisión.
Conclusión
Cada uno de estos pedales es una pequeña joya si se utiliza para lo que fue diseñado. Habréis visto que hemos analizado los pedales de menos a más en cuestión de complejidad. El EBS es sencillo, sin grandes posibilidades de configuración pero exquisito en lo que hace y en cómo lo hace. El AGUILAR es el más polivalente de los tres, también con una calidad de sonido como corresponde al prestigio de la marca. Y el MXR, el más compresor y poderoso de los tres para domar señales agresivas.
La utilización de un compresor es muy aconsejable para suavizar las inconsistencias dinámicas. Puedes utilizarlo como simple mejorador del sonido o como limitador para que la señal no vaya nunca más allá de donde quieras tú (o tu técnico de sonido). Ahora, dependiendo de tu estilo musical, de tu forma de tocar, en definitiva de lo que busques para tu sonido, tendrás que tirar por un lado o por otro. Y si tienes la oportunidad de probar los tres y comparar, hazlo para sacar tus propias conclusiones. En caso contrario, espero que las mías te hayan servido de ayuda. Yo tengo uno de los tres y lo utilizo habitualmente, pero no diré cuál…
Jerry Barrios.
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