Aclam S2 Pedalboard

Nos encanta cuando una empresa de reciente creación como es Aclam, fundada en Barcelona en 2010, se dedica a crear una serie de productos que pudiera parecer que ya están más que implementados en el mercado, pero haciéndolo de un modo tremendamente imaginativo y profesional.

Nos referimos en este caso a una plataforma o base para colocar todos nuestros pedales de efectos y previos. Estarás pensando que precisamente este es un tipo de producto que abunda en cualquier tienda especializada y que más o menos se trata de productos muy similares entre sí, pero es que la propuesta de Aclam es tan simple como revolucionaria ya que permite colocar todos tus pedales de modo rápido y seguro sin necesidad de usar velcro.

Pese a que muchas empresas ofrecen todo tipo de bases para pedales en diferentes materiales y tamaños, un elemento común en todas ellas es la necesidad de fijar los pedales a la base mediante algún sistema adhesivo, por lo general velcro.  El problema es que un adhesivo potente dejará sin duda marcas en la parte inferior de tu pedal, lo cual no siempre es una buena opción, especialmente para los que estamos continuamente cambiando de pedales según la situación o la banda con la que toquemos ese día. Tampoco es una buena opción cuando quieres montar temporalmente un pedal que te han prestado o incluso una unidad vintage de un gran valor.

Por otro lado, si utilizas un adhesivo insuficiente, esto hará que los pedales se muevan y tengas que recolocarlos cada vez que vas a tocar, lo cual es bastante incómodo, la verdad.

Precisamente con la finalidad de resolver esa situación aparece en el mercado Aclam y su sistema para fijar a sus plataformas cualquier tipo de pedal y fuente de alimentación sin necesidad de adhesivos, velcro y sin dejar el más mínimo rastro en el pedal. Esto lo consiguen con un inteligente diseño de plataformas ultraligeras que tienen una serie de railes denominados Smart Track que permiten instalar a voluntad una serie de piezas que sujetan el pedal por cualquiera de sus lados sin dejar marca. Todo lo que necesitas en un destornillados plano el cual se encargará de fijar las piezas que luego harán contacto con tus pedales.  Lógicamente también puedes seguir instalando tus pedales al modo tradicional o combinar el sistema Smart Link y Velcro, pero creemos que te ocurrirá lo mismo que a nosotros y preferirás la solución aportada por Aclam.

Para comprobar la eficacia del sistema montamos unos cuantos pedales de bajo en la base S2 (59x30cm) usando únicamente el sistema Smart Track. En menos de 5 minutos teníamos nuestros pedales dispuestos del modo que queríamos y sin tener que usar velcro en ningún momento. La prueba de fuego vendría al darle la vuelta a la pedalera y ver qué pasaba, pero afortunadamente todos los pedales permanecieron en su lugar sin el más mínimo problema. Esto es más que tranquilizador ya que sabemos que podremos meter la base en la funda acolchada incluida y salir de bolo sin preocupación alguna.

Probamos a montar también un par de fuentes de alimentación en la parte inferior, de nuevo con el sistema Smart Link y obtuvimos un resultado impecable de nuevo. Opcionalmente puedes hacerte también con algunos accesorios realmente útiles como son dos soportes para montar fuente de alimentación en la parte inferior, piezas para montar una elevar la segunda fila de pedales o para montar un pedal wah-wah así como unas prácticas guías para que todos los cables queden perfectamente ordenados. La verdad es que han pensado en todo.

Un par de detalles adicionales que nos han encantado son que con la base se incluyen unas robustas patas metálicas que se ajustan fácilmente en altura para darle a nuestra pedalera la inclinación deseada. También nos ha parecido especialmente reseñable lo ligera que resulta esta base ya que está hecha de aluminio.

En resumen, una unidad realmente bien pensada y que demuestra que los viejos diseños siempre se pueden mejorar. Para nosotros se ha convertido en la mejor opción para montar nuestros pedales. Pruébala y seguramente llegarás a la misma conclusión.

Joaquín García