Mikel Artieda entrevista 2022
Hoy entrevistamos al bajista Mikel Ariteda Irazoki, un histórico del panorama de la música en el País Vasco que acumula no sólo una enorme experiencia como músico de estudio y directo en proyectos de lo más diverso, sino que además ha ahondado en la parte pedagógica, primero como alumno y ahora desarrollando un método de estudio y que además por aquellas cosas de la vida ha sufrido una serie de cambios que le han llevado a la otra punta de la Península Ibérica y ha descubierto el mundo del flamenco.
Miguel acaba de sacar un disco en solitario llamado“Bidai” y lógicamente nos ha interesado lo suficiente como para charlar un rato con él.
Cuéntanos un poco cuál ha sido tu formación
De niño empecé con el acordeón, estudios clásicos y concursos. A los 18 me enseñaron la escala mayor en un bar con un bajo Hofner Club y a la semana ya tocaba en una boda al asociar el sistema de los bajos del acordeón al diapasón del bajo. Dominar el teclado de piano es de gran ayuda. Empecé con el método de Rafael de la Vega de modo autodidacta, armonía moderna en Jazzle Donosti donde asistí a una master de Jordi Gaspar, 3 meses en Ars Nova Paris donde conocí a Tierry Mineau quien al verme tan obcecado con aprender escalas etc., me dijo: “Mikel también está la familia y los amigos”. No hay vida sin música o no hay música sin vida, como bien dice el maestro Iñaki Salvador. El salto cualitativo que he sentido ha sido gracias a recibir clases de Daniel Copquin y Chema Vilchez con quien he trabajado digitaciones abiertas y cuestiones emocionales y de relajación y consciencia.
Lógicamente tu entorno natural te ha marcado y has estado siempre muy presente en la escena musical del País Vasco en proyectos de lo más diverso. ¿Puedes mencionar algunos?
Fui el primer bajista de trikitixa, acordeón diatónico en Euskadi y con TAPIA & LETURIA BAND y el grupo Zaldibobo de la triki tradicional nos adentramos en el pop y Rock. He grabado discos y girado con cantautores (Urko, Jabier Muguruza) grupos de Folk (Ganbara, Lantz, Xabi Aburruzaga ), Rock con Joseba Irazoki, EH Sukarra, Jazz con Goialde Senperena quartet, Latin con Mango Melao…Sustituciones con Ruper Ordorika, Oskorri y Eñaut Elorrieta.
A nivel nacional he girado en España, EEUU y Latinoamérica con Mikel Erentxun y he grabado el disco “Detalle del Miedo”, así como colaborado en la gira de vuelta de Duncan Dhu además de sustituciones como por ejemplo Alex Ubago.
He grabado mas de sesenta discos en los sellos IZ y Elkar como músico de sesión o miembro de un proyecto, trabajado como músico en ETB y he sacado dos discos en solitario
Aparte de tu faceta como bajista profesional de directo y de estudio , también has seguido siempre estudiando con diferentes profesores. ¿Qué buscabas en esta formación y qué te ha aportado cada uno?
Me gusta improvisar y busco tener el máximo de herramientas dentro de lo que la vida me permita. Hoy en día sigo recibiendo clases de armonía moderna en el piano e improvisación con Iñaki Salvador.
Ahora estás afincado en Jerez de la Frontera y lógicamente el flamenco te rodea. ¿Qué te está aportando esta música? ¿Has intentado adentrarte en ella con el bajo?
Cuando volvía por la AP8 Bilbo-Donosti de un concierto recuerdo poner Radio 3 y escuchar guitarristas de flamenco, Me decía “pero qué están haciendo, dónde está su asidero, su tierra o compás”. No entendía nada. La vida me ha traído a Jerez y con el guitarrista Miguel Salado y herramientas como Youtube y Spotify hoy es el día que tengo interiorizado el compás de la bulería, la soleá, etc. El secreto está en que en el flamenco se apoyan de modo natural en los contratiempos, y para los del norte que pisamos en tierra, el cante me sacaba del compás. El proceso ha consistido en escuchar mucho e incluso cantar “malajemente” letras …
Háblanos de tu disco “Bidai”. ¿Qué te ha impulsado para la creación de este trabajo?
Me di cuenta de que Egilegor Basses había hecho un bajo de 7 cuerdas llamado BIDAI (viaje en euskera). Me planteé que esa maravilla me podría ayudar a volver a componer . Me hice con él, un portátil y tarjeta de sonido y así empezó todo. Muy poco a poco y a ratos he ido dejando fluir ideas, sin buscar nada, tan solo que salieran desde dentro y me dijesen algo en melodía estructura o rítmica. Sin pretender que suene a flamenco, lo cual sería una osadía, el poso de contratiempos y rítmicas en amalgama subyace en algunos temas.
Es un disco en solitario pero lo firmas como Mikel Artieda & Zazpiketers. Explícanos un poco esto, por favor.
Bidai es un viaje de colaboración, amistad e implicación, donde he tenido la suerte de recoger la cosecha de mis años en Euskadi. Excelentes músicos amigos como Karlos Arancegui, Rubén Caballero, Ángel Unzu (quien tiene 7 discos en solitario), Andoni García, Xabier Zeberio. Son componentes de bandas como Alos Quartet, Erentxun o Alejo y ellos han vestido con su magia mis melodías con la premisa “haz lo que sientas“. El sonido y coordinación con su sello personal de sonido directo y cercano ha corrido a cargo de Paco Flores. Mathieu Haramboure, amigo bajista del sello Belarri me dijo “sí” sin escuchar los temas. También están Txomin Larronde, el diseñador del disco, Gorka Urra realizador del video promocional donde colabora la actriz Oihana Maritorena.
Zazpi es siete en euskera y keters viene de soniquete. Así nace el término Zazpiketers. Es un juego de palabras sin pretensiones hacia el flamenco. El tema zazpikete se me ocurrió en el mismo estudio, es un riff de color funk y en el estribillo recorro las siete cuerdas al aire de Bidai sobre un compás (que no duende) de bulería.
Sacar un disco de bajista en solitario tiene mérito, desde luego. Tú ya lo habías hecho hace años con un trabajo precioso llamado “M.Artieda” y que vio la luz en el año 2000 y que recuerdo con cariño por la riqueza de las melodías y las texturas que creabas usando varias pistas de bajo. En el nuevo “Bidai” un trabajo dónde suena tu instrumento acompañado de otros músicos suponemos que tenías otra intención, ¿cierto?
Mi trabajo del año 2000 lo llevé a directo en trío y hubo que adaptar a ese formato lo grabado en recordings de bajo. Bidai tiene el nexo que más que disco de bajista es un disco de corazón. Esta vez pensé en que los temas nacieran ya preparados para tocar en directo. Y fue lo mejor que se me podía haber ocurrido, porque Bidai es la suma de diferentes músicos desde la libertad. El disco está en la plataforma Badcamp del sello Belarri. Hay edición física también.
Hablemos un poco ahora de la parte técnica. Has usado un bajo de 7 cuerdas del luthier Egilegor. ¿Qué te aporta un instrumento ERB (Extended Range Bass)?
El bajo Bidai de Egilegor por su tesitura me ha permitido crear melodías y acordes de modo cómodo. La multiescala a la que me adapté inmediatamente facilita la digitación en agudos manteniendo la tensión en graves. Es un bajo headless muy compacto con muy buena ergonomía para tocar de pie y a mi en particular me permite tocar y estudiar sentado apoyándolo de modo que se queda mas vertical y no fuerzas la espalda ladeándola lo cual me permite estar horas con él pese a mi operación de hernia discal.
Tras tener multitud de bajos tradicionales y de luthier (desde aquí mi agradecimiento por su asesoramiento durante años a Doctorbass), Bidai me da un sonido maderoso muy pleno, con sustain y afinación perfectas y gran paleta de sonidos. Puedes hacer sonar un tema con sonido redondo clásico Motown, reggae o salsa, y hacer un solo estilo fusión. Lo del número de cuerdas, sean 4, 5, 6 ó 7, es relativo. Se puede tocar groove clásico con un 7 y hacer virguerías con 3 cuerdas.
Una cosa que nos llama la atención es la cantidad de compases irregulares que usas en tus composiciones pero consiguiendo que suenen súper naturales incluso a un oído acostumbrado sólo a 4/4 ó ¾. ¿Cómo has enfocado esto?
Que suenen naturales es también “culpa” del gran Karlos Arancegui . Siempre me han salido cincos o sietes de modo natural sin buscarlos, y el estar dos años intentando analizar la bulería (tanto en compas como en cante) han agudizado esta tendencia.
Algo que nos sorprende es que en tu disco no hay solos de bajo como tal, aunque sí que es cierto que las melodías corren a cargo del bajo casi siempre, añadiendo luego otras pistas con la línea de bajo y acordes/arreglos. ¿Hay algún motivo para la ausencia de solos?
No, en la puerta del cole o en mi paseo matinal se me ocurría una rítmica o riff de modo espontáneo que guardaba en el móvil en ese momento. Luego a pocos y a ratos iba desarrollándola, buscando que a su escucha me dijese algo, ya fuera por melodía rítmica o estructura. Evitaba repetir algo ya dicho, y buscaba alguna sorpresa en la estructura, un pequeño cambio melódico o rítmico. Había veces que al volver a escuchar lo maquetado me costaba ubicarme. Como decía Paco Flores, el técnico de sonido, había una magia escondida que emerge con las escuchas por estos detalles. Ni se han buscado ni se ha huido de los solos. Los temas son diseños, melodías , ambientes. Quiero destacar la magistral aportación de mis compañeros que han multiplicado por mil mis melodías. Bidai es un disco de todos los que se han sumado al viaje.
¿Tienes intención de llevar al directo este disco?
Si, el formato será cuarteto con las guitarras de Rubén Caballero y Ángel Unzu, arropados por la batería y percusión de Karlos Arancegui. Quiero hacer un concierto agradable sin estridencias jugando y desarrollando entre todos las melodías y rítmicas de Bidai.
Muchas gracias por tu tiempo y por compartir tus experiencias con nosotros.
Joaquín García
0 comentarios en
Deja tu comentario