Sadowksky Metro Vintage 4
Dentro de los grandes fabricantes de instrumentos Roger Sadowsky ocupa desde hace tiempo un lugar privilegiado, convirtiendo su marca en un sello de garantía y calidad. Roger, ex estudiante de Etología especializado en neurobiología animal, comenzó en 1972 haciendo reparaciones de guitarras en Nueva Jersey y más tarde en 1979 se trasladó a Nueva York para establecer allí su taller. En sus inicios se especializó en la optimización de la electrónica de los instrumentos que los músicos profesionales le llevaban al taller, en su mayoría Fender.
De la experiencia adquirida en la modificación de tantos instrumentos, Roger dio el salto en 1980 a la construcción de sus guitarras y en 1982 comenzó con el desarrollo de sus bajos, los cuales basó en el modelo clásico de Jazz Bass aportándole una importante mejora en la electrónica.
El primer bajo que construyó fue para el bajista de sesión Will Lee en 1982, poco más tarde le vino otro encargo para otro bajista, Marcus Miller, y en poco tiempo el taller de Sadowsky se inundó de pedidos de todas partes de la ciudad.
Debido al éxito cosechado durante los años Sadowsky decidió sacar una línea de bajos con un precio más reducido que los que fabrica personalmente, de ahí el nacimiento de la serie Metro, mismas características que la serie NYC pero con un precio más económico basado en la limitación de las opciones y acabados, selección de maderas y trasladando su construcción a Japón por un reducido equipo de profesionales elegido personalmente por Roger.
Construcción
Los bajos Sadowsky se caracterizan por las modificaciones que Roger introdujo en los modelos Jazz Bass y Precision de Fender. En primer lugar situó el acceso al alma en la base del mástil con una llave circular muy cómoda de manipular. Redujo el tamaño de los cuerpos tipo Jazz Bass y también su peso. Y también sustituyó el puente tradicional por uno con mayor masa.
Las especificaciones del bajo que testeamos son las siguientes, cuerpo de fresno ligero, acabado en nitrocelulosa en color Olympic White y golpeador tortoise.
Mástil de arce acabado con una capa fina de nitrocelulosa y diapasón de pauferro, con radio 12″, ancho de cejilla 1 1/2″ y 21 trastes de acero. Los clavijeros son de la casa Hipshot fabricados expresamente para Sadowsky, muy ligeros, lo que ayuda enormemente a equilibrar el balance del instrumento.
Electrónica
El fuerte de estos bajos es el previo de dos bandas, este se diseñó con la idea de respetar el sonido natural del bajo y poder añadirle un plus al controlar los graves y agudos, se dejan de lado las frecuencias medias ya que la experiencia de Roger, según cuenta, es que en el momento en el que las modificas el sonido clásico, vintage, no se respeta, se consigue un buen sonido pero no con el carácter que Roger buscaba.
Por esto desarrollo un previo activo de dos bandas que monta en todos sus bajos, además desde hace tiempo actualizó el previo con un potenciómetro más, el VTC, un control de tono que actúa tanto en pasivo como en activo.
Encontramos tres potenciómetros simples y uno doble, situados en un “control plate” de forma clásica, estos se corresponden a volumen, balance de pastillas, tono VTC con un push/pull para pasar de activo a pasivo y el doble potenciómetro de regulación de graves (en la base) y agudos (en la parte superior).
El previo nos ofrece la posibilidad de un realce en graves de 13db sobre los 40 Hz y en agudos de 13db sobre los 4KHz. Las pastillas son las Sadowsky HCJJ4 Hum Cancelling.
Sonido y conclusiones
Las primeras sensaciones al coger un Sadowsky es de un bajo muy bien construido, líneas sencillas y un cuidado especial por los detalles, se nota enseguida la ligereza en el peso y la reducción de tamaño del cuerpo.
Mi experiencia con los mástiles de Sadowsky ha sido muy buena, permiten un ajuste bajísimo y por su tacto y dimensiones son muy confortables a la hora de tocar, son esos mástiles que la primera sensación es que “tocas más o mejor».
Aunque lo mejor del bajo es cuando lo enchufas y obtienes sin retocar nada de la ecualización un sonido grueso, definido y con un punch que te impresiona. Muchísima definición en los graves y unos agudos que pese a saturarlos no molestan, personalmente mi problema con los previos activos es el carácter de los agudos y este previo aprueba con creces.
Un gran acierto fue la incorporación del VTC con el te permite darle un sonido más cercano al Fender clásico, pero sinceramente en ningún momento suena a vintage. Tienen un sonido que mantiene la redondez y calidez del Jazz Bass pero con mucha más pegada.
Sadowsky ha conseguido que sus bajos sean una referencia para muchos bajistas como el “sonido”, además de una presencia elegante y cuidados todos los detalles del instrumento, se entiende como la mayoría de músicos de alto nivel tienen uno de ellos dentro de su arsenal.
Que más se puede decir… probad uno y no os decepcionará.
Alex Casal
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