Mariano Martos
Mariano Martos en un gran bajista argentino muy enraizado con el flamenco, ha trabajado con figuras como Juan Manuel y Rafael Cañizares, Enrique y Estrella Morente, Miguel Poveda, Chicuelo etc. por sólo nombrar algunos de los flamencos. Además imparte clinics y Workshops de bajo flamenco en lugares tan significativos como Berklee, el Conservatorio de Rotterdam, ESMUC. Colaborador habitual de Bajos y Bajistas con una columna didáctica de gran éxito, teníamos ganas de charlar un rato con él y nos pusiera al día…
Han pasado dos años desde la última vez que hablamos. Has estado muy activo en este tiempo ¿Qué nos puedes contar de tu actividad docente?
Bueno, pues digamos que mi actividad docente es una más, de las tantas cosas que hago. Pero para empezar, te puedo comentar que hace un tiempo edité el Volumen 2 de mi Método de Bajo Flamenco, en el cual hablo de los palos que me habían quedado afuera en el Volumen 1 y que además, varios de ellos, son palos troncales dentro del flamenco, como: La Soleá, Los Fandangos y La Seguiriya, entre otros. El Volumen 2 tiene además piezas originales de ejemplo para cada palo y viene también con un CD con play along para poder tocar arriba.
También hay una “joyita de la corona”, y que es la transcripción entera de la línea de bajo, de la colombiana de Paco de Lucia llamada: “Monasterio de sal”, que se puede tocar con play along, ya que Paco grabó dos versiones diferentes: una con guitarra sola y otra a dúo con el bajo. Yo utilicé la pista de guitarra sola y grabé con mi fretless la misma línea que tocó Carles. Pienso que es una pieza hermosa pero que además fue el comienzo de lo que llamamos hoy en día: “bajo flamenco”, ya que Carles utiliza todos los recursos que años más tarde, lo instalarían en el lugar que tiene hoy: el inventor de un sonido nuevo, el del bajo flamenco. No quiero dejar de decir que Carles escribió en el prólogo de este Volumen 2 y que por eso me siento muy contento y afortunado.
El resto de mi actividad docente es la usual, como cualquier profesional que se dedica a esto, es decir, doy clases en escuelas de música, en mi estudio y tengo una nueva modalidad hace ya 3 o 4 años y que funciona muy bien, y que son las clases online. Afortunadamente tenemos estas nuevas herramientas que nos permiten acercarnos más, y esto cuenta también para estudiar, y para hacerlo con quien queramos, estemos en donde estemos, ¡tremendo lujo! ¡Ya me hubiese gustado a mi estudiar online con Jaco! (risas) No… de en serio, en USA ya todas las universidades funcionan con clases online.
¿En qué consiste el vídeo de bajo flamenco que has publicado a tu nombre?
En realidad, es un “soporte visual” del libro Volumen 1. El reto fue intentar hacerlos combinables, pero que a la vez cada uno de ellos se pudiera “sostener” solo, pudiera ser uno independiente del otro. En el DVD aparecen temas míos para bajo solo, diferentes ejercicios a los del Volumen 1, técnicas alternativas, ejemplos originales de cada palo, etc.
La idea surgió porque me escribió mucha gente diciéndome que les gustaba el libro, pero que había cosas que con el audio sólo no lograban entender, y ahí surgió la posibilidad de producir un vídeo.
Se lo comenté a la gente de mi editora, la gente de Flamenco Live, quienes como siempre, me apoyaron la idea y me lo produjeron. Al final creo que resultó muy bien porque se venden muchos packs: Libro/DVD.
Has colaborado también en el libro de Marcos Teira: “Flamenco Jazz Translations” que incluye cinco piezas de jazz arregladas bajo la perspectiva flamenca ¿Qué nos puedes contar al respecto?
Bueno, Marcos lleva muchos años haciendo esto, y llevamos los dos muchos años haciéndolo juntos y por separado. Hicimos versiones de Standars como: Goodbye Pork Pie Hat, Round Midnigth, Just Friends, Caravan, etc.
Creo que es un trabajo muy interesante ya que muestra y ejemplifica cada cosa que se hace con mucha claridad y exactitud.
Las “fusiones” muchas veces carecen de estas características porque a quienes las hacen, les surge de una forma muy intuitiva y esto les impide poder explicarlas (dentro del flamenco pasa algo de esto).
Otra situación que suele suceder en la fusión, es cuando hay gente que trata de fusionar músicas sin saber nada acerca de lo que está mezclando (o saben mucho de un género y poco del otro), esta cosas suelen lograr un resultado, en el que sólo se puede llegar a “especular” con un sonido que se parece al flamenco.
Por otro lado, para mí fue un reto el poder grabar solos de cada tema (suelo hacer un solo por disco, como mucho), de acompañar a una guitarra flamenca sola, porque aunque haya percusión y palmas, la guitarra toca tanto armonías como melodías sin overdubs. La verdad es que me quedé muy satisfecho con el resultado.
También este libro viene con un CD con play along, por lo cual, cualquier tipo de instrumentista puede estudiarlo y tocarlo, y como es en MP3, tiene muchas más posibilidades de mezcla que el Left / Rigth de un Cd normal.
Es un trabajo pensado para todos los instrumentos, ésta es otra cosa que me parece interesante de este trabajo.
¿Qué relación existe entre flamenco y jazz que fusionan tan bien?
No lo sé exactamente, puedo especular al respecto. Lo primero que se me ocurre, es que al flamenco en un momento de su historia le hizo falta un desarrollo armónico que el jazz explota al máximo, y el flamenco tiene una expresión rítmica única, que no existe en otras músicas y que al jazz no le viene nada mal.
Pero intuyo además que hay una “búsqueda en común”, no sé cómo decirlo… pienso en Camarón, o en Billie Holiday, en Enrique Morente, o Joni Mitchel, y cuando los escucho me llevan a un mismo lugar, desde diferentes realidades, pero a un mismo lugar.
Y pensándolo más del lado “tocador”, podemos pensar en Paco de Lucía con sus mezclas con John McLaughlin. O pensar en gente como: Miles Davis, Chick Corea, Jorge Pardo con su maravilloso Donna Lee por bulerías o el mismísimo Carles Benavent tocando Caravan o el Nardis, La mezcla surge de una forma muy natural siempre y cuando se conozcan muy bien los dos géneros que se quieren fusionar. Además, hoy en día ya hay guitarristas jóvenes como Diego del Morao, que tienen incorporada esa información armónica del jazz, como parte de su propio lenguaje flamenco, y no hace falta ser un entendido, sólo con escuchar lo que compone ya basta para darse cuenta de esto.
¿Cómo es la reacción del público ante esta propuesta?
En el 2012 estuvimos de gira con Marcos Teira por USA y nos pareció que la gente se sorprendió mucho.
Al principio de los shows, era como que el público se quedaba medio congelado (como pasa siempre con el flamenco afuera de España) y después aplaudieron y gritaron mucho.
Supongo que lo que le atraerá más a un espectador, será que escucha una melodía que conoce de toda la vida, y la oye tocada de una forma completamente diferente a lo que esta acostumbrado. Y la escucha por músicos que conocen bien las formas del jazz, y que además, le pueden añadir esa fuerza y personalidad única que tiene el flamenco, llegando un buen resultado. Esto de alguna manera hace “revivir” a esa música que ya conocen, y la pone en otra dimensión, es una suposición mía. En Europa esto se vive más tranquilamente, pero con mucho interés también. Esta es la experiencia en cuanto a tocar en directo.
En cuanto a las Clinics y Workshops en general a los estudiantes los entusiasma mucho, incluso a estudiantes de otros géneros que no son ni de jazz ni de latin.
¿Sigues tocando con el mismo equipo?
Cuando puedo sí… Muchas veces viajo con poco por el problema que hay con los aviones y los instrumentos. Pero en general toco con mi amp EBS, con mi bajo Warwick Streamer Stage de 6 cuerdas, a veces con el Ibanez Musician Fretless, y con las cuerdas D’Addario, como siempre.
Benavent toca con un bajo de escala corta casi un Piccolo…tú con seis cuerdas ¿Se adapta algún instrumento mejor que otro?
No creo que haya que tener algún instrumento en especial para tocar el bajo en el flamenco. Lo que sí es verdad, es que hay que tener siempre presente, que uno está acompañando con un instrumento eléctrico a una guitarra española. Hay que tener mucho cuidado con los graves, porque en un segundo te comes a la guitarra y solo se escucha una bola de graves, y esto incomoda a todos los músicos flamencos.
Pero creo que cada uno tiene que buscar su comodidad a nivel ergonomía del instrumento, el resultado en el sonido, etc.
Lo de Benavent es distinto, ya que él no es que use un bajo Píccolo exactamente, ni un escala corta. Él usa un bajo diseñado especialmente que tiene 24 trastes con un mástil del tamaño de 4 cuerdas y le pone 5, y la cuerda que agrega es la quinta cuerda aguda. Antes tocaba con un Gibson semiacústico que tenía un mástil muy fino también.
Pero por sobre todas las cosas, pienso que todo bajista tiene que buscar su sonido, más allá del género que tenga que tocar. Un día Jaco se despertó, cogió la tenaza y ahí tenemos el fretless.
Yo soy un obsesivo del sonido que quiero, aunque no toque flamenco, toco otros géneros como jazz, latin, etc. y siempre busco el sonido que quiero escuchar y no paro hasta conseguirlo, ya sea para un directo, en estudio, en donde sea. Si no logro mi sonido, no estoy yo… está sólo mi sombra… a veces pasa… pocas por suerte.
Recientemente nos dejó Paco de Lucía, el primer guitarrista en incluir al bajo es su formación ¿Fue una influencia para ti?
Paco no sólo fue el primer guitarrista en incluir el bajo, hizo infinidad de cosas más por y para el flamenco. Paco fue un artista excepcional, en general, la gente de fuera del flamenco lo conoce por su virtuosismo en la guitarra, pero fue mucho más que eso, no me quiero extender en esto porque sería muy largo de explicar aquí.
Pero fue un adelantado a su época, un “rompedor”, una artista sin prejuicios y con una gran capacidad para “unir”, mientras vivimos en un mundo en el que mucha gente gana dinero por “dividir”.
Lo siento como una gran pérdida para mí, pero su influencia me va a acompañar siempre, no se irá con él… Seguramente aprenderé a vivir sin él, pero no va a ser lo mismo ya…
Estás en relación con el Conservatorio de Rotterdam, a veces impartes clinics allí… ¿Algún proyecto nuevo?
Si, voy a dar Workshops de bajo flamenco allí. Te cuento un poco. El conservatorio de Rotterdam se llama CODARTS. Tiene un área hace mucho tiempo que ellos llaman World Music.
En ese área hay carreras con títulos oficiales de: Jazz, Tango Argentino, Música Latina, Musica Indú, etc, hasta hay un departamento de Pop, y de algún otro género más que lamentablemente no recuerdo ahora. En este área también tienen el departamento de Flamenco hace más de 20 años y que está dirigido por Paco Peña y lo coordina Ricardo Mendeville, dos grandes sabedores del flamenco y de la guitarra flamenca.
Les gustó mi trabajo y estamos viendo la posibilidad de montar algo con más continuidad, pero por ahora, estoy yendo a hacer los workshops.
Las clinics en general las hago en Berklee, en Boston, USA. Los workshops son cursos de dos, tres o más días, en cambio una Clinic digamos que es “una muestra” de lo que uno hace, puede durar solo unas horas. Hice Clinics también en el ESMUC y el Taller de Musics de Barcelona, el Conservatorio de Cartagena, entre otros sitios.
Ahora estoy empezando a hacerlas en escuelas de Sudamérica, algunas de ellas sucursales de Berklee.
¿Qué recomendarías a los bajistas que se quieren iniciar en el bajo flamenco…?
Es una pregunta complicada… Cada persona tiene su realidad y generalizar no es una cosa muy saludable y mucho menos justa.
Para empezar, recomiendo que escuchen toda la música flamenca que puedan, tanto antigua como nueva, y no sólo escuchen a bajistas. Que vean baile, porque en el baile está el secreto de todo. Y si quieren escuchar bajistas, que además de Benavent, ya existimos una generación de bajistas buenísimos, doy algunos nombres: Antonio Ramos (El Maca), Manuel Nieto, Alain Perez, Josep Cucurella, Javi Martin, Joan Rectoret y Javier Colina y Pablo Martin en el contrabajo. Además, hay más gente ya, que forma parte de la generación siguiente a la mía, algunos de ellos ex alumnos míos, como: Ricardo Piñero, David Carnicer, Sergio Di Finizio, Xavi Grau, Agustín Espín.
Pero si te parece, puedo decir algo de lo que digo a toda la gente que me llama para tomar clases.
De entrada suelo comentar que al flamenco no le hace falta el bajo, que es un género que se sostiene perfectamente con todos los elementos que tiene. Dígase: baile, cante, palmas guitarra, ahora cajón peruano devenido a cajón flamenco. No es para nada como el rock, el jazz, o la música latina que necesitan del bajo.
Entonces, cuando tocamos nosotros, tenemos que tener un “valor agregado”, algo que les incite a llamarnos, algo que si no estamos, se note, no sea lo mismo.
Tenemos que saber “ocupar” nuestro sitio y que esto aporte algo a la música que se está tocando, ya que un guitarrista solo no puede ocuparlo todo, porque precisamente tiene que sostener todo lo que pasa. Allí, en donde no puede estar el guitarrista, tiene que estar el bajista… cosa que no sucede en ningún otro género que yo conozca, porque el rol que el bajo desempeña en otros géneros, en el flamenco lo hacen los guitarristas.
Y bueno, para lograr esta presencia, hace falta mucho trabajo y tomar conciencia que el Bajo Flamenco es “mistura” en sí mismo, nació de la mistura. Hay que conocer bien la música afro cubana, la afro brasilera, el jazz, el funk. Y todo ese conocimiento hay que combinarlo con una música como el flamenco, que tiene una influencia importante de la parte más “oriental” del mundo, que tiene melodías microtonadas, o que sus formas de estructurar son diferentes a lo que ya conocen y están acostumbrados.
Ya sé, no suena nada fácil, pero tampoco es imposible, y nada de lo que vale la pena en esta vida sale sin esfuerzo.
Pienso que ese esfuerzo y empeño, el Flamenco se lo merece. Nada de lo que aprendas con Flamenco restará de lo que ya sepas o hagas en otras músicas… Y además, en cualquier sitio de la península que hayas nacido o vivas, seguramente te quedará más cerca Jerez, que New York, eso lo hace algo más tuyo…
José Manuel López
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