Waterstone 12 TP-2

 Waterstone es una compañía que vende bajos y guitarras con una estética muy marcada inspirada en los años sesenta principalmente, aunque en su catálogo también encontraremos instrumentos de corte más tradicional. El bajo TP-2 esta construido en Korea por Saein Musical Instruments Company, 12 cuerdas y semiacústico, dos características que le otorgan un sonido e imagen muy particular. El modelo que nos ocupa es un instrumento signature del bajista de Cheap Trick Tom Petersson.

Lo primero que uno se pregunta al tenerlo en las manos es: ¿Cómo se afina esto? Es sencillo, cada cuerda de bajo es acompañada por dos cuerdas de menor calibre y que funcionan como octavas. Por lo tanto la afinación será: E-e-e / A-a-a / D-d-d / G-g-g y sus calibres: .100+.45+.45, .080+.035+.035, .065+.025+.025, .045+.018+.018. En principio esa es la afinación básica ya que podemos experimentar afinando de diversas maneras las cuerdas de menor calibre. 12 cuerdas son muchas, y eso se traduce en una gran pala donde encontramos los clavijeros, nos son de gran calidad y hay que vigilar con cierta frecuencia la afinación, sobre todo en la cuerda de E y A.

Pala, mástil

Encontramos el primer pero en la pala, debido a su tamaño y número de clavijeros, su peso provoca un cabeceo considerable, pero que hemos disimulado con una correa de cuero ancha, algo imprescindible y a tener en cuenta antes de colgarnos el bajo.

El mastil es de arce con acabado brillo, escala 32”, cejilla plastica de 48mm, doble alma y presenta un perfil en “D”, es comodo al tacto y su acabado es correcto. Como casi todos los instrumentos hechos en Korea su mastil se ajusta con dificultad siendo imposible un ajuste perfecto de su doble alma. El diapason de palorrosa presenta un binding color crema y un trabajo de trastes poco trabajado, siendo necesario el trabajo de un luthier para que lime levemente algunos trastes superiores, algo que no es indispensable ya que no es bajo pensado para tocar en registros alto. La acción de las cuerdas es mas tensa que de costumbre, algo que no es negativo pero que combinado con sus poca facilidad para ser ajustado de forma optima dificulta levemente la digitación, no es un bajo para hacer slap ni tapping, se presta para lineas melodicas otorgando un sonido muy particular.

 Cuerpo, electrónica

El cuerpo, tal y como hemos comentado es semiacustico, presenta dos pastillas tipo “soapbar” pasivas, su sonido es pobre y poco definido, a pesar de ello destaca su redondez y caracter. Para poder dar una opinion contrastada de su sonido instalamos unas Seymour Duncan Basslines SSB-4. El resultado fue muy satisfactorio, conseguimos nitidez, presencia y calidad en su sonido. Los controles son estilo Les paul: volumen y tono para cada soapbar con un selector de pastillas. El acabado del cuerpo es negro brillo y con biding crema al igual que el mastil. En canal limpio se consiguen un sonido que puede recordar a un chorus y un armonizador, pero con mayor viveza y calidad. Con canal de distorsion el bajo gana puntos ya que se produce un autentico y personal “wall of sound”, donde nuestros oidos no echan en falta ni una guitarra ni un teclado acompañando.

Su “ F-hole” ademas de poder tocar en casa sin necesidad de conectarnos a ningun amplificador, nos da la oportunidad de ver un adhesivo de Waterstone firmado a mano por Tom Petersson, un detalle que agradecemos los fans de Cheap Trick. El puente es tipo Tune o matic, funciona correctamente aunque no es de gran calidad ni permite un ajuste óptimo.

Conclusiones

El Waterstone TP-2 12 cuerdas, es un bajo correcto que destaca por sus caracteristicas unicas en su gama: 12 cuerdas, semiacustico, look 60s…para encontrar un bajo semiacustico 12 cuerdas parecido tenemos que buscar en Hamer Guitars, su celebre B12A que lo triplica en precio y en prestaciones. Bajistas como Jeff Ament de Pearl Jam o Doug Pinnick de King´s X hacen uso de bajos de 12 cuerdas. Un bajo con mucha personalidad, construido para hacer musica Rock en todas sus variantes y que esta destinado a los bajistas que buscan personalidad y nuevos sonidos.

Gastón Nosiglia